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Beasain se rinde al Kempo

el fin de semana 300 personas participaron en el seminario de guske

Beasain se rinde al Kempo

Una vez más este fin de semana ha quedado claro la alta importancia que tiene el arte marcial de Shorinji -Kempo en Beasain. El grupo Guske, Goierri Urola Shorinji Kempo Eskola, ha cumplido este año 35 años y para ello organizaron un seminario donde participaron alumnos y delegaciones internacionales y que ha tenido lugar durante todo el fin de semana.

El viernes por la noche unas 30 personas de distintas nacionalidades entre las que destacan los renombrados maestros japoneses de International Kempo Association, IKA: Tameo Mizuno, Takaaki Ito, Yasue Kadowaki y Junhachi Yoshinaga. Pero también hubo practicantes de Chipre, Gran Bretaña e Italia, entre otros.

El plato principal de estas jornadas fue el sábado. A las 11.00 de la mañana ya no cabía casi ni un alfiler en el polideportivo Antzizar de Beasain, ya que entonces comenzó el entrenamiento en el que participaron 300 personas. Al principio, los más jóvenes y los que menos tiempo llevan en el Shorinji-Kempo hicieron el calentamiento simultáneamente. “Creo que está quedando muy bien porque así podemos ver a todos los alumnos”, comentó Juan Lasa, organizador del evento. Además del entrenamiento, también algunos alumnos enseñaron todo su potencial haciendo llaves y también simulando que estaban peleando. En alguna ocasión, incluso, el público se quedó sin aliento viendo cómo al hacer una llave y caer al suelo se escuchaba un tremendo ruido. Los mismos maestros japoneses también sonreían cuando veían el nivel que estaban demostrando los alumnos.

filosofía de vida El maestro Mizuno es uno de los que más sabe de este arte marcial y es el referente para los demás. Según comentó a este periódico se siente muy orgulloso de la labor que están haciendo en la localidad, “me gusta ver que comienzan desde tan pequeños y lo bien que avanzan”. En su caso, que lleva más de 50 años practicando, comenzó cuando era un adolescente, “a decir verdad empecé porque quería ponerme fuerte, para tener músculos”, dijo entre risas. Después, la filosofía, la constancia, el respeto fueron los que le engancharon para siempre al Shorinji-Kempo.

Las jornadas continuaron pero ya con los entrenamientos a puerta cerrada, para que los maestros pudiesen entrenar tranquilamente.

Un seminario, que sin duda ha logrado el éxito que se merece por el trabajo que realizan.