Por sus dimensiones, por su ubicación, por su historia y por su propia idiosincrasia, resulta evidente la imposibilidad de realizar una comparación entre Azpeitia y Donostia. Sin embargo, llaman la atención la cantidad de similitudes que pueden encontrarse entre la capital del territorio y la villa natal de San Ignacio, patrón de Gipuzkoa.

Sin lugar a dudas, la principal coincidencia entre ambas localidades está en la celebración de San Sebastián; una festividad que azpeitiarras y donostiarras viven con auténtico fervor en honor del santo al que dedican sus respectivas parroquias y que en sendos municipios gira en torno a las multitudinarias tamborradas.

Según explica el historiador Juan Bautista Mendizabal, “se calcula que en Donostia las tamborradas se celebran desde 1836; mientras que en la villa de Urola Erdia la cita con los tambores y los barriles tiene su origen en el año 1957”. En este sentido, Mendizabal destaca que “en Azpeitia San Sebastián se celebra desde tiempos inmemoriales pero las tamborradas no empezaron a organizarse hasta mediados del siglo XX”. Y eso, “gracias al impulso de Baltasar Iglesias y Cecilio Araolaza, dos jóvenes sacerdotes donostiarras destinados en Azpeitia”.

Eso sí, en la localidad del Urola “se empezó con la tamborrada infantil y no fue hasta dos años después, en 1959, cuando se celebró la primera tamborrada de adultos”.

En cualquier caso, la de San Sebastián no es la única fecha subrayada en los calendarios festivos de donostiarras y azpeitiarras. Y es que en sendas localidades el 21 de diciembre, día de Santo Tomás, también se vive con intensidad “desde el siglo XVIII”.

tren txu-txu y arenal Pero las fiestas no son el único aspecto en el que coinciden la capital de Gipuzkoa y la villa del Urola. El Consistorio de Azpeitia tiene a Donostia como un referente y todo apunta a que el próximo verano las calles del municipio situado en las faldas de Izarraitz también contarán con un tren txu-txu similar al que ya se ha convertido en todo un icono de Donostia.

Al menos eso es lo que se desprende de las declaraciones realizadas por el edil de Fiestas de Azpeitia, Mikel Ibarzabal. Según sus palabras, “el Ayuntamiento había analizado la opción de poner un tren txu-txu para mostrar la localidad durante el verano y el pasado sábado puso en circulación un tren para ver cual era la respuesta de la gente”. En total fueron “más de 900” las personas que se subieron a bordo del tren txu-txu que recorrió el pueblo durante seis horas; una respuesta “increíble” que llevará a los responsables municipales a “estudiar las posibilidades existentes para que Azpeitia pueda contar con su propio tren txu-txu en verano”.

Y aunque por su situación en el interior del territorio carece de arenales como los de Donostia, Azpeitia habilitará de cara al periodo estival un gran parque en la zona verde comprendida entre las Esclavas y el colegio Iraurgi. En ese parque se adecuará “una pequeña zona de playa”. No será La Concha pero así Azpeitia tendrá su propio arenal. De momento, lo que ya tienen los azpeitiarras en la zona de Etxe-Zuri es una barandilla que “si se mira de lejos, guarda cierto parecido con la de La Concha”.