Tolosa - El Palacio Aranburu alberga actualmente la biblioteca, salas de exposiciones y el archivo municipal, en la Errota se ubica la biblioteca infantil, y en el edificio Gorosabel está la escuela de música y el euskaltegi municipal. Son algunos ejemplos de los usos que tienen algunos de los edificios públicos y que el Ayuntamiento quiere analizar. El estudio que va a encargar el Consistorio tiene aún más fundamento cuando acaba de adquirir el Palacio Iturriza de la calle Korreo, al que se deberá dotar de contenido.

Es uno de los proyectos que figura en el presupuesto de 2017 para el que Ayuntamiento ha reservado 30.000 euros. El Consistorio no cuenta con un plan para determinar el uso de los edificios públicos y, por tanto, el objetivo es trabajar en una profunda reorganización y analizar nuevas propuestas. “Es un tema que no se ha mirado en muchos años y creemos que es hora de valorar la función que cumplen los edificios públicos. El objetivo es ofrecer el mejor servicio a los ciudadanos”, explicó la alcaldesa, Olatz Peon, en el Pleno de presupuestos.

En este sentido, en el marco de este análisis, no se descarta abrir procesos de debate y participación con los tolosarras, ya que el Ayuntamiento tiene carencias en algunos de los inmuebles de su propiedad. En algunos casos los espacios son demasiado reducidos para el servicio que se presta y la actividad que tiene, también hay dependencias con humedades, otras con problemas de seguridad, y también hay edificios con complicaciones derivadas de la organización.

Palacio Iturriza El Ayuntamiento realizó el año pasado el primer pago de 140.000 euros, este año abonará otros 140.000 y en 2018 realizará el último pago de 139.100 euros que le permitirá apropiarse del Palacio Iturriza o Rekalde de la calle Korreo.

El valor histórico y arquitectónico del edifico es alto y es deber de las instituciones públicas preservarlo. El coste de mantenimiento para sus dueños era muy alto, ya que la estructura del edificio no permite acondicionar viviendas por la protección que tiene el edificio: no es posible realizar obras ni en su fachada ni en la distribución.

Otra de las razones que ha impulsado su compra ha sido que el patio existente detrás del edificio, entre las calles Korreo, Nagusia y Letxuga, está fuera de ordenación. Así, se derribarán las edificaciones que hay actualmente para que pueda abrirse al público.

El estudio que encargará el Ayuntamiento también pretende dilucidar la función pública que puede cumplir este edificio histórico del siglo XVI. Por ahora se plantean opciones, como ubicar en él las oficinas de Erretengibel o darle un uso relacionado a la cultura, para impartir talleres municipales o ubicar la biblioteca infantil.

EH Bildu defendió que el Palacio Iturriza podía ser un emplazamiento adecuado albergar el museo de la confitería Gorrotxategi, permitiendo así la apertura del patio entre Letxuga, Solana, Correo y plaza Zaharra. Desde el equipo de gobierno valoran la propuesta, pero entienden que “es una decisión que debe acordarse con la familia”.