Zizurkil - En la nueva biblioteca de Zizurkil puede visitarse la exposición de Ander Ortiz de Murua, la primera que realiza y con la que ha sorprendido a sus convecinos. Ahora quiere encaminar sus dotes artísticas hacia el mundo de los tatuajes, para lo cual se ha formado en la Escuela Oficial de Tatuadores de Madrid. “Ahora los tatuadores son artistas”, asegura.
¿Cómo surgió la idea de realizar esta exposición?
-Todo comenzó este año, que ha sido un año muy importante para mí. Fui a Madrid a formarme como tatuador en la Escuela Oficial de Tatuadores y allí he conocido a muchos artistas. Ellos han sido los que me han empujado, los que me han convencido de que tenía trabajo hecho y que tenía que mostrarlo. Después, mi mujer me dio el último empujón, ya que fue ella la que se puso en contacto con el Ayuntamiento de Zizurkil. Me dije: venga, ¿por qué no?
¿Desde cuándo pinta?
-Desde siempre. En mi casa dicen que mis juguetes eran las pinturas. Después me costó un poco convencer a mis padres para que me apuntaran a clases de dibujo; pero yo tenía claro desde niño que en mi vida tenía que dibujar y pintar. En casa iba aprendiendo a mi ritmo, pero después me formé en la academia de la retratista Arantxa Arratibel, en Donostia. Estuve cuatro años y aprendí muchas técnicas, pero estos últimos años he trabajado, sobre todo, el grafito.
¿Con qué estilo se siente más cómodo?
-Tengo dos hijos y ahora no tengo demasiado tiempo para dedicar a la pintura, por lo que ahora utilizo más el acrílico que el óleo, porque necesito menos tiempo. Y ahora, como quiero encaminar mi carrera hacia los tatuajes, lo que más trabajo son los dibujos, tanto en láminas como diseños para tatuajes.
¿Podría vivir sin pintar?
-Empecé a trabajar en una empresa que nada tiene que ver con el arte y en algunos momentos de la vida ha pesado menos el arte y en otras más, pero siempre he tenido claro que lo necesitaba, siempre termino pintando. Aunque he hecho trabajos por encargo, siempre lo he tenido como afición.
¿Qué necesita para inspirarse?
-La música me inspira mucho y en otoño y en primavera, las épocas de transición, es cuando más inspirado estoy.
¿Le ha apoyado su entorno en las decisiones que está tomando?
-Con la exposición y la formación como tatuador he sentido, de alguna manera, que he vuelto a nacer. La verdad es que tengo a la familia detrás y siempre me están apoyando. Y es lo que necesito, porque suelo necesitar un impulso.
¿Le ha costado mucho dar el paso?
-Sí, he tenido poco tiempo para preparar la exposición y quizá ha sido lo mejor, porque me ha venido bien para no pensar demasiado. De aquí en adelante creo que seguiré sacando trabajos míos...
La gente en Zizurkil ya sabría que pintaba, ¿qué les está pareciendo la muestra?
-No, la gente no lo sabía y les ha sorprendido. Todos me han dicho, ¿ah, pero tú pintas?. Las obras son tan personales, que para mí ha sido como quedarme sin ropa delante de la gente.
¿Y la afición por hacer tatuajes de dónde le viene?
-Hace tiempo que rondaba por mi cabeza la idea de aprender a hacer tatuajes y este año ha sido decisivo. Antes el mundo de los tatuajes no estaba muy bien visto y la gente no se formaba como ahora. Yo lo veo como otro camino más relacionado con el arte, es otra forma de vivir del arte. Y ese es mi objetivo. Un tatuaje es un trabajo sobre la piel, en lugar de hacerlo sobre un lienzo.
¿Qué le atrae de los tatuajes?
-Nunca había cogido la máquina para tatuar hasta este año, pero me atraía la idea de hacer arte en la piel. Me he quedado impresionado, el mundo actual de los tatuajes me fascina. Antes se mostraba un catálogo al cliente y él elegía el dibujo, pero eso está cambiando. Los trabajos de ahora son muy personales y los tatuadores son artistas. Es lo que me han enseñado en Madrid, a hacer composiciones personales. El cliente te muestra sus sentimientos y tú eres el camino para expresarlos en una obra. Primero se hace en papel, pero luego en la piel; va a llevar tu dibujo toda la vida por lo que para mí es muy especial. No quiero poner una fecha, pero no tardaré en buscar un sitio y dedicarme profesionalmente a hacer tatuajes.