“Cualquiera puede bailar; costará más o menos, pero todos somos capaces de movernos al son de un determinado ritmo”

-Hasta los 16 años (ahora tiene 30) me dediqué al atletismo, fui integrante de la selección de Bizkaia sub’17 y medalla en varios campeonatos, pero tuve que dejarlo debido a una lesión. En ese momento mi ama practicaba baile de salón, así que me uní a ella y descubrí un nuevo mundo que me apasionó. Me volqué por completo en la disciplina de baile de salón de competición.

¿Cuál ha sido su trayectoria desde entonces?

-Cuando empecé a competir me dediqué a los bailes latinos (samba, chachachá, bolero, pasodoble y rock&roll) y standard (vals inglés, tango europeo, vals vienés, slow fox y quick step). Competimos por todo el ámbito nacional durante alrededor de siete años, consiguiendo la categoría B. En ese tiempo fui ampliando mis conocimientos, acudiendo a multitud de clases y pasando exámenes bajo la tutela de importantes bailarines y profesores como Karina Rubio, Marco Sietas o Valery Ivanov. Comencé, a su vez, a practicar otras disciplinas como danza jazz, ballet?, y me formé como profesora de funky y hip hop. He hecho también mis pinitos dentro del mundo del teatro como bailarina de la compañía La Pez con la obra La madre que nos parió. Desde 2010 hasta 2012 continué mi formación en Londres, donde he sido profesora y coreógrafa en la compañía y escuela Dance Connection. De vuelta a Euskadi, colaboré impartiendo clases de terapia de ayuda para varios grupos internos en el hospital Aita Menni de Arrasate, y me titulé como instructora oficial de zumba, hasta que vio la luz (hace dos años) Camden Town Dance Academy.

¿Qué se siente al bailar? ¿qué aporta mover el esqueleto?

-Bailar es vida, diversión, aprendizaje, ejercicio y salud. Es uno de los ejercicios más completos, porque junto con la motricidad, lateralidad y el cuerpo a nivel físico, también se trabaja la mente, al requerir concentración y memoria. El rato que estás bailando puedes llegar a olvidarte de la rutina y de los problemas diarios que llevamos en la mochila. Te permite, asimismo, relacionarte con gente diferente. Pero al margen de los beneficios físicos y mentales, se ha demostrado que el baile ayuda a prevenir la leve depresión y mejora la confianza de la persona.

Dirige la academia de baile Camden Town de Bergara ¿Cómo se embarca en este proyecto?

-En 2013, de vuelta a Euskadi, a pesar de seguir trabajando como ingeniera -es ingeniera técnica de minas y actualmente trabaja para una empresa londinense-, necesitaba bailar y compartir mi pasión con otras personas. Entonces decidí empezar una nueva andadura con la puesta en marcha de un proyecto muy personal lleno de ilusión, que llevaba tiempo guardando en un cajón. Así nació Camden Town Dance Academy.

¿Qué tipo de clases se imparten? ¿Qué bailes pueden practicarse?

-Tenía claro que no quería ofertar un determinado estilo de baile para un perfil concreto, sino que iba un poquito más allá. Un centro multidisciplinar que abarque cualquier edad y estilo, donde si te apetece bailar, encuentres esa actividad que quieres practicar. Impartimos clases para mujeres embarazadas, danza para bebés, talleres de masaje infantil, de danza en familia, y a partir de los cuatro años, ofrecemos clases semanales de ballet, funky, breakdance, danza moderna y y en inglés. El público más adulto puede disfrutar de baile de salón, salsa, bachata, flamenco, sevillanas, danza contemporánea, breakdance y zumba, además de talleres de danza oriental, yoga y meditación. Afortunadamente cada año tenemos más gente; parece que en Bergara ha entrado el gusanillo del baile, aunque nuestros alumnos también proceden de Arrasate, Oñati, Eibar o Zumarraga.

¿Qué estilos se demandan más?

-En realidad, todas las disciplinas tienen sus seguidores y una vez que comienzas a bailar, te apetece experimentar otros estilos. Actualmente, la más demandada es zumba, donde se combina la diversión y el baile con un buen ejercicio físico. A los jóvenes lo que más les gusta es la danza urbana,; música actual con coreografías cañeras que se amoldan a diferentes estilos dentro de la misma danza urbana. En la escuela tenemos varios grupos que practican esta modalidad.

También ofrecen clases para bebés. ¿En qué consiste esta actividad?

-Conocí esta actividad durante mi etapa en Londres y me pareció fascinante. Son clases donde se permite que la madre haga ejercicio acompañada de su bebé, y de otras amas o aitas. Para los bebés bailar con su madre es una experiencia enriquecedora, que les ayuda en los pasos de su desarrollo sensorio-motor. Les proporciona una sensación de seguridad y calidez, semejante a la que sentían cuando estaban dentro del vientre. También les disminuyen los cólicos y duermen mejor. Para las amatxus presenta grandes beneficios, comparten experiencias en esta etapa de su vida, adelgazan y corrigen su postura corporal.

¿Hay que tener una habilidad especial para iniciarse en el baile?

-Para nada, cualquiera puede bailar. Nos puede costar más o menos, pero todos somos capaces de movernos al son de un determinado ritmo.

De puertas para afuera, ¿qué tipo de espectáculos llevan a cabo?

-Soy partidaria de realizar espectáculos en Bergara que sean por y para la cultura. Siempre que nos es posible intentamos colaborar con diferentes eventos que se impulsan desde la asociación de comerciantes Bedelkar o la iniciativa Bergara Bizi (en los dos últimos años han participado en el desfile de moda), desde el Orfeón Bergarés (en el espectáculo Adiemus Colores), visitando la residencia de ancianos o dando clases de baile en la azoka de los miércoles. Este año volveremos a celebrar el Día Internacional de la Danza, el 10 de abril. Los grupos de la escuela saldremos a la calle para ofrecer una bonita exhibición, que es una motivación extra para nuestros pequeños y grandes bailarines. Este año la haremos en el barrio de Bolu (12.00 horas), dentro de la primera feria de la cerveza que se llevará a cabo del 8 al 10 de abril.