Aparecen grietas en viviendas de Fermín Calbetón tras una obra
Tres comunidades están afectadas por los trabajos para colocar un ascensor y reformar un bar
Donostia - Varias viviendas y locales de la calle Fermín Calbetón han empezado a sufrir grietas tras las obras de reforma emprendidas en el número 7 de la citada calle, donde se va a colocar un ascensor y modificar el interior del bar Txondorra. Las rajas surgidas tras el arranque de los trabajos han afectado a distintos pisos del número 5 y 9 de la citada calle, así como a locales como el bar Joxe Mari, la tienda de semillas Elósegui y la pensión Bretxa, ubicada en el número 5, además de al propio inmueble número 7.
En las fachadas de estas comunidades también pueden apreciarse grietas que, según sostienen sus moradores, están directamente causadas por las obras llevadas a cabo en el número 7, que fueron paralizadas por el Ayuntamiento el 14 de marzo, al parecer para analizar la situación, aunque ayer proseguían. La suspensión temporal de los trabajos fue adoptada después de que la comunidad de vecinos del número 5 remitiese al Consistorio un escrito en el que denunciaba “graves desperfectos en las viviendas y en el ascensor” de su edificio, de estructura de madera y construido hace casi 200 años, como muchos otros de la Parte Vieja.
Según estos vecinos, la licencia otorgada por el Consistorio para construir el ascensor en el número 7 así como para renovar de modo integral el bar Txondorra no había tenido en cuenta la existencia o no de zapatas en el edificio. “Se ha intervenido en la solera sin notificarnos absolutamente nada, sin estudio previo de afectación a nuestro edificio y sin acta de comprobación de grietas previo a la obra”, se quejaba esta comunidad en su escrito al Ayuntamiento. Según señalaba, los trabajos habían provocado también el descuadre de puertas y ventanas así como la inutilización del ascensor debido al movimiento de la caja.
cimentación Por su parte, vecinos del número 7 explican que los trabajos para colocar el ascensor en este inmueble han comenzado con la cimentación del edificio que, por su antigüedad, carecía de esta parte de la estructura. Estos vecinos confían en que, tras esta actuación y con el nuevo ascensor ya colocado, la estructura de su edificio, y la de los contiguos, quede asentada. Sin embargo, ellos también se han visto afectados por las obras. Por ejemplo, una de las puertas de acceso a las viviendas de esta comunidad quedó atascada y, lo que parecía un problema en la cerradura, era en realidad un movimiento generado en el marco de la puerta, que impedía su apertura.
La situación ha provocado también la intervención de la asociación vecinal Parte Zaharrean Bizi, que consideró un “gravísimo escandalo” la situación y acusó al Ayuntamiento de “ineficacia e inacción”. La entidad vecinal critica que se haya estado extrayendo arena del sótano de la edificación algo que, según consideran, ha puesto en peligro la estabilidad de los inmuebles.
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