Donostia - El alcalde de Donostia, Eneko Goia, se mostró ayer “sorprendido y no para bien” con el proyecto para construir un moderno edificio en el solar de inmueble de planta triangular situado en la en la calle Miracruz 19, en la confluencia con la calle Gloria. La imagen virtual de la futura edificación, publicitada por la Inmobiliaria Urgull, ha llamado la atención en muchos ámbitos y un grupo de vecinos ha empezado a recoger firmas para evitar la demolición del actual edificio y su sustitución por uno de aspecto vanguardista.

El mandatario donostiarra aseguró que tratará de “encauzar la situación hacia la solución más razonable, que implica el poder conservar al máximo lo que es el patrimonio de la ciudad”. Asimismo, dijo que se hace “eco de la preocupación que nos han hecho llegar muchos ciudadanos”. Goia matizó que existen “limitaciones” a sus deseos aunque insistió en que intentará llegar “alguna vía que permita el objetivo de que el patrimonio de la ciudad se pueda conservar”.

La principal limitación para quienes no desean ver demolido el edificio actual, construido en 1888, es que no está afectado por nivel de protección alguno, por lo que, según algunas fuentes, el Consistorio tiene pocas armas para evitar la ejecución del proyecto, aunque podría tratar de negociar con los dueños del edificio.

Durante la elaboración del Plan Especial del Patrimonio Urbano Construido (Peppuc), estaba previsto que la construcción contase con un nivel de protección. Sin embargo, finalmente, y tras aceptarse una alegación de sus propietarios, el inmueble quedó excluido del catálogo de construcciones protegibles.

El edificio objeto de polémica se encuentra muy deteriorado en la actualidad pero en su historia centenaria ha acogido negocios boyantes como, por ejemplo, la bodega de champán Mons, que llegó a albergar dos millones de botellas. Hasta fechas recientes, albergó una tienda de decoración y en el año 2000 uno de sus pisos fue escenario de la primera mezquita que abrió sus puertas en la capital guipuzcoana.