No contamina. Humaniza la vía pública y, además, es una manera de mantenerse en forma. La movilidad en bicicleta reporta muchas ventajas que van asociadas a la disposición de una red de carriles que permita al ciudadano desplazarse a golpe de pedal. Dentro de los núcleos urbanos estas infraestructuras van abriéndose camino, en algunos casos, quizá no con la celeridad que a muchos les gustaría, pero lo cierto es que las iniciativas para seguir avanzando hacia una movilidad sostenible van cogiendo forma. En Arrasate, el Ayuntamiento destina este año en sus presupuestos, concretamente en el capítulo de inversiones, una partida de 547.000 euros al bidegorri que en sus casi dos kilómetros de recorrido unirá Etxaluze (el hogar del jubilado Abaroa) con Musakola.

La actuación para integrar esta vía dentro de la trama urbana comenzó a gestarse en la anterior legislatura. Entonces, no solo se adjudicó la redacción del proyecto a la empresa Bidein, sino que también fue la Mesa de la Movilidad, integrada por distintos agentes, la que tuvo la ocasión de realizar sus aportaciones al trazado de este carril, que está aprobado, y que estima su ejecución en seis meses (si se lleva a cabo en una única fase), siendo el itinerario más costoso, en lo que a desembolso económico se refiere, el que partirá de la rotonda de Maala para desembocar en Musakola. La propuesta estuvo, incluso, en exposición pública para que pudieran presentarse alegaciones.

El Gobierno municipal actual tiene la intención de acometer, o por lo menos, dar comienzo este año a la obra, y con ese objetivo ha reservado una partida presupuestaria en las cuentas de 2016 (la inversión está previsto afrontarla con cargo al presente ejercicio y al de 2017). En estos momentos, el proyecto heredado de sus predecesores y, en principio, ya definido, está siendo revisado. De hecho, se ha enviado a los técnicos de la Diputación para contrastarlo con las exigencias en materia de seguridad vial, tal y como explicaron fuentes del equipo de Gobierno.

El trazado El recorrido del futuro carril bici arrancará en la zona de Etxaluze, en concreto, en el paso de cebra situado en la calle Zerrajera, conectando, de este modo, con el bidegorri ya existente. En este primer tramo se deslizará, a la par del tráfico rodado, hasta la rotonda de inicio de Kontzezino. Desde este punto el vial se proyecta en la acera izquierda de Kontzezino. En Garibai, para ser más exactos en la zona coincidente con la plaza Laubide, se plantean dos opciones: una compartida con la circulación motorizada, y la otra con el tráfico peatonal, pero con preferencia para este último.

Unos metros mas adelante, en Biteri etorbidea se propone un tramo de conexión con el bidegorri de Zerrajera kalea y, para ello, se diseña una acera-bici que atraviesa la zona ajardinada, dirección al paso de cebra de la calle San Bixente Ferrer, para terminar, tras cruzar Nafarroa etorbidea, en el Edificio del Reloj, que servirá de comunicación con el citado carril ciclista-peatonal.

De vuelta al trazado principal, el futuro bidegorri recorrerá toda la avenida Garibai. Junto a la glorieta de Maala se adecuará una zona protegida con bolardos, y rumbo a Gipuzkoa etorbidea, en su comienzo, se habilitará un trayecto de acera bici (en un espacio diferenciado). Una vez superado el paso de cebra de Etxe Txikiak kalea, los ciclistas circularán paralelos a la urbanización de las viviendas de Gelma. Al dejar de lado la rotonda del cruce con Martxoaren 8 kalea, se acondicionará la acera bici (por Legarre) hasta Lapurdi kalea. Este enclave se convertirá en calle de dirección única (para los coches) hacia el centro de la villa. En su sentido contrario, hacia el polideportivo, para materializar el bidegorri se suprimirán plazas de estacionamiento que se verán en parte compensadas al otro lado de la calle, en batería.

Desde Antxo Abarka (en su inicio desaparecerán aparcamientos que no podrán reemplazarse en batería por falta de espacio), compartiendo itinerario con el tráfico rodado y tras pasar por la plaza Sailuente, enfilará hacia el parking del polideportivo de Musakola (por el cruce con Joan Bengoa kalea), donde se construirá un carril que obliga a eliminar ocho plazas de estacionamiento, y a señalizar con bolardos su ubicación para evitar que sea invadido por los vehículos. Por último, en el tramo final se ocupará la acera en la calle Elkano y, en su lugar, se dispondrá, a la altura del complejo deportivo, de un paso de cebra adicional para el viandante.

El proyecto, que al estar siendo revisado podría sufrir modificaciones en alguno de sus planteamientos, está configurado en distintas secciones que varían según el modelo de vía ciclista. Estas se distinguirán por su aglomerado asfáltico rojo; por compartir espacio con el peatón en las aceras (estos últimos gozarán de prioridad) incluyendo un pavimento diferenciado, o con la circulación rodada, separado o no de la misma por elementos de balizamiento tipo bolardos de plástico. De la misma manera, podrán ir señalizadas horizontalmente mediante pintura y material reflectante.

Otros tramos La red interna de carriles bici contempla otros recorridos para moverse sobre dos ruedas. La reurbanización de la antigua travesía entre Takolo-Goiru (Polo Garaia) ha resuelto en su primer asalto la creación del primer tramo de bidegorri entre las rotondas de la plaza Udala y Gipuzkoako Foruen plaza (paseo Arrasate). El resto de fases, que se irán desarrollando de acuerdo a la disponibilidad económica, también hacen un guiño a esta infraestructura.

Otro trazado pendiente se emplaza en el eje de Arimazubi-Maala. En este apartado, el proyecto para la reurbanización del trayecto entre la glorieta de Muxibar y Arbolapeta (Otalora kalea), cuya redacción se encargó a Bidein el pasado octubre, prevé, igualmente, la adecuación de una vía ciclista. En Araba Etorbidea, asimismo, habría otro carril de estas características por ejecutar. La red de bidegorris es una de las columnas vertebrales de los planes de movilidad, que abarcan otras muchas acciones.