“Cuando quise abrir esta tienda de alta bisutería en Errenteria me dijeron que estaba medio loca”

Errenteria - La errenteriarra Andrea Romeo es una apasionada de su trabajo. “Me gusta mucho cuidar los detalles y nunca tengo tiempo para aburrirme”, asegura

¿Cuándo decidió inaugurar la tienda Bámbola?

-Abrí la tienda hace doce años, cuando yo tenía 24 años. Todo el mundo me dijo que estaba medio loca. Me tiré a la piscina sin haber tenido nunca una tienda. Sí que sabía del sector bastante, porque yo había trabajado en una de las mejores joyerías de Donostia, como ayudante de dependiente, había estudiado joyería y diseño de joyas y soy diseñadora gráfica. El mundo imagen y el mundo complemento siempre me han gustado.

¿Qué fue aquello que la empujó a dar el salto?

-Alguien un día me hizo un comentario de que en Errenteria no había nada así. Dejé esa idea en stand by, hasta que un día me puse a mirar locales y cuando entré en este local (C/Vicente Elizegi, nº 4 ), lo vi claro. En seguida supe dónde iba a poner el mostrador. Todo el mundo me decía que estaba un poco para allá y yo no entendía por qué, porque en Errenteria hay tiendas buenas de ropa y de calzado, pero de bisutería buena no había nada.

¿Qué es la alta bisutería?

-La alta bisutería no utiliza materiales nobles como la plata o el oro, pero emplea materiales buenos como los cristales Swarovski, piedras naturales o semipreciosas y materiales que son antialérgicos, ya que no llevan ni níquel ni plomo. Cada vez hay más gente alérgica y muchas de ellas que pensaban que no podían llevar bisutería, hoy en día son clientas mías. La alta bisutería está a medio camino entre la bisutería de morralla y la joyería.

¿Qué la diferencia?

-Las diferencias son abismales, una vez que has probado una pieza de alta bisutería que ves que te dura en el tiempo, que luce y que sigue estando perfecta; te gusta y no quieres algo menor. Quien lleva siempre pendientes de oro o de joyería puede mezclarlos con collares de alta bisutería porque no deslucen. Además son diseños exclusivos, bien trabajados y sientan bien.

¿Cómo definiría su trabajo?

-Mi trabajo es encontrar a la clienta lo que está buscando y lo que le sienta bien. Yo sé todo lo que entra en la tienda cómo sienta. Hay gente que está muy bien y no necesita mucha ayuda, pero hay otras que tienen el lóbulo de la oreja muy ancho o el cuello más gordo; pues a ellas hay que adaptarles la pieza. Solo traemos una pieza de cada y además podemos ajustarlas al cliente. Podemos poner o quitar piedras a un collar para que quede más largo o corto, también podemos ajustar los gorros. Todo se puede personalizar. Es un trato muy personal.

¿Diseñan ustedes las piezas?

-Hay cosas que diseñamos y que mandamos hacer y hay otras que compramos ya hechas. Trabajamos con casas israelíes, danesas, belgas, alemanas... Trabajamos mucho con los nórdicos porque tienen un concepto de la bisutería muy bueno, muy limpio, cuidan mucho los datalles, y es de lo que se trata. Si las cuidas duran un montón de tiempo. Trato también de trabajar con gente de aquí, pero hasta ahora me ha sido más difícil encontrar lo que ando buscando.

¿Quién es su cliente objetivo?

-Tenemos mucha clienta habitual. Cada vez nos viene más gente tanto de Donostia como de la zona Irun y Hondarribia. Errenteria se está quedando como zona comercial de más atención personalizada con más boutiques y no tan franquiciado como el centro de Donostia. La gente tiene que saber que puede entrar a una tienda como esta y que le puedes atender muy bien sin tener la obligación de comprar nada. También trabajamos mucho en redes, con Facebook, es otro escaparate.

Ese trato tan personalizado le ha valido el premio 10Bitxiak.

-Este año se tenían que presentar las tiendas de equipamiento personal: zapaterías, moda, ópticas... todo lo que tiene que ver con la imagen personal. Yo me presenté por la comarca de Oarsoaldea y de los comercios que votaron, porque votan otros comerciantes, nos lo hemos llevado nosotros. Una gozada.

¿Ha recibido muchas felicitaciones estos días?

-Sí, y estoy muy sorprendida. Han sido muchos los que se han pasado por la tienda para felicitarme y estoy muy agradecida. Estos últimos años han sido muy duros, o eras muy bueno o te ibas a la porra.