El barro tiene mala prensa, pues se le considera sucio y estéril. Se supone que hundirse en el fango es de lo peor que le puede pasar a uno, pero son precisamente unos deportistas que se hunden en el fango y salen de él manchados hasta arriba los que ofrecen uno de los espectáculos más estéticos que se conocen: el ciclocross. Los corredores de ciclocross son rosas que crecen en el barro. Y Beasain va a recuperar el martes que viene sus días de barro y rosas.
No en vano, la localidad goierritarra fue a mediados de los años 60 del siglo pasado la capital de ciclocross estatal. En la zona de Igartza se disputaba una de las pruebas más prestigiosas del calendario, que en 1966 llegó a acoger el Campeonato del Mundo. En 2016 se cumplirán 50 años de aquella cita y la sociedad ciclista Loinaz ha decidido recuperar su prueba de ciclocross. Han pasado 33 años desde que la organizaran por última vez. El belga Paul de Brauwer fue el último en alzar los brazos, manchado con el barro de Beasain.
La primera edición del Beasaingo Ziklo-Kros Sari Nagusia se disputará el martes que viene y acogerá el Campeonato de Gipuzkoa. El circuito consta de 2.550 metros, de los cuales 1.830 son sobre hierba y 720 sobre asfalto. Se disputarán cuatro pruebas: a las 10.00 partirán los cadetes, a las 11.00 los juveniles, a las 12.00 los ciclistas de categoría Máster y a las 13.00 los de las categorías Elite y Sub23.
Participación En cuanto a la participación, destaca la presencia del vizcaino Aitor Hernández (campeón de España en 2013 y 2015 y gran dominador en lo que llevamos de temporada) y el alavés Javier Ruiz de Larrinaga (campeón de España en 2009, 2010, 2011 y 2014).
El gran favorito para alzarse con el título de campeón de Gipuzkoa es el andoaindarra Asier Arregi, pero no podrá despistarse, pues dos goierritarras estarán al acecho: el ataundarra Eduardo Jiménez y el idiazabaldarra Jon Urteaga. Cabe destacar que varios corredores profesionales del equipo Murias han confirmado su presencia: los Elite Jon Ander Intsausti y Gari Bravo y los Sub’23 Ander Ibarguren y Pello Olaberria.
Entre los juveniles el gran favorito es el zizurkildarra Jokin Alberdi, tres veces campeón de España. También estarán en la pomada el lasartearra Iñigo Altuna y el segurarra Iker Imaz. En categoría cadete el máximo favorito es el zarauztarra Haritz Erasun, pero el itsasondoarra Aitor Garmendia no andará lejos de él. Cabe destacar que este último corre en el equipo Inoxcra-Beasain-Loinaz.
Por último, entre las féminas destaca la presencia de la urnietarra Olatz Odriozola y en categoría Máster los dos grandes favoritos son dos goierritarras: el itsasondoarra Jokin Mujika y el idiazabaldarra Oinatz Munduate.
Los miembros de la sociedad ciclista Loinaz han puesto todo su cariño en la organización de la prueba y esperan que el público responda. La entrada será gratuita.
Los organizadores Iñigo Aranguren explica por qué han decidido recuperar la prueba de ciclocross. “Siempre estábamos diciendo que teníamos que volver a organizar la prueba de ciclocross, pero organizar una carrera de estas supone un gran esfuerzo y siempre acabábamos echándonos atrás. Este año, con motivo del 50º aniversario del Campeonato del Mundo, nos hemos animado. Queríamos que fuera el Campeonato de Euskadi, pero los de Asteasu lo habían solicitado antes que nosotros. Finalmente, acogerá el Campeonato de Gipuzkoa”.
Nada más enterarse de que se iba a organizar una prueba de ciclocross, los más veteranos les empezaron a hablar del Campeonato del Mundo que se organizó en Beasain en 1966. No hay más que ver las fotos que ilustran este reportaje para ver que aquello fue todo un acontecimiento. “Probablemente fue el evento deportivo más importante de la historia de Beasain. En cuanto nos pusimos manos a la obra, vimos que en nuestro pueblo el ciclocross despierta una simpatía especial. La gente se ha volcado. Tenemos más de 50 voluntarios, que son bienvenidos. Nuestros 85 socios están obligados a colaborar en las cinco pruebas de ruta que organizamos a lo largo del año, pero no podíamos obligarles a trabajar también en la carrera de ciclocross”.
Han trabajado duro, pues han tenido que partir de cero. “Teníamos el material que se utiliza en la pruebas de ruta, pero no el necesario para organizar una carrera de de ciclocross. Hemos tenido que conseguir, por ejemplo, 500 estacas”.
En cuanto al circuito, dice que es duro. “Los expertos nos han dicho que es exigente. Tiene cuestas duras y, si llueve, se puede formar un gran barrizal: debajo de la tierra hay pizarra, que impide que se filtre el agua. Íbamos a poner una gran cuesta hacia arriba y el baserritarra nos dijo que era mejor que la colocáramos en sentido contrario. Tenemos que agradecer la colaboración de los baserritarras que nos han cedido sus terrenos”.
Resurrección El circuito es lo más parecido posible al de 1966 (la construcción de algunas casas hace imposible que sea el mismo) y esperan que esta vez el público también responda. En las fotos de aquella época se pueden ver filas de hasta seis personas en muchas partes del circuito. En aquellos tiempos el ciclocross tenía una gran aceptación, pero luego decayó. Si los beasaindarras han conseguido resucitar su prueba, ¿por qué no soñar con que en el barro de Beasain florecerán nuevas figuras que volverán a llevar este deporte a lo más alto?