Síguenos en redes sociales:

Crean una plataforma para reclamar la paralización de la pasante del metro

Sator Alaia quiere abrir un debate sobre alternativas y prepara una movilización para el 28 de noviembreContinuarán organizando reuniones en los barrios

Crean una plataforma para reclamar la paralización de la pasante del metroFoto: Ruben Plaza

donostia - Sator Alaia, el topo alegre, es el nombre que ha elegido el grupo de ciudadanos que ha decidido empezar a organizarse para mostrar su oposición a la denominada pasante del metro por el centro de la ciudad. Su logo también es la figura de un topo y reivindican que se abra un debate en torno a este proyecto y que se estudien alternativas. De momento, son varias decenas de personas las que han empezado a trabajar en esta plataforma y varios cientos han acudido a las reuniones o charlas que ya han empezado a organizar con intención de informar sobre el proyecto. Muchos, afirman, son personas mayores.

“Hay interés, hay indignación y hay una gran desinformación”, comenta Mikel Álvarez, miembro de Sator Alaia que, junto a varios compañeros de la plataforma, explica las razones que les han llevado a movilizarse. En julio ciudadanos y asociaciones presentaron más de 400 alegaciones al estudio informativo del proyecto de la pasante a las que todavía esperan respuesta. Hubo una reacción vecinal y decidieron empezar a organizarse. “Nos engañaron”, añade Fátima Ariztimuño, en referencia a las palabras de Ana Oregi al principio de la legislatura en las que aparcaba el proyecto y lo consideraba “faraónico”.

Sator Alaia argumenta su oposición al proyecto en distintas cuestiones: por un lado, cuestionan la profesionalidad de los informes de demanda que avalan el proyecto, inciden en que no reducirá el uso del vehículo privado, en que no cubre el objetivo de llegar a zonas importantes y que no responde a una necesidad real. Además, alegan que es una obra agresiva que choca con las condiciones físicas de la ciudad y su subsuelo, por lo que temen un sobrecoste sobre los 175 millones de euros previstos para la pasante, que consideran, además, un despilfarro grave en época de crisis.

informes José Antonio Fernández Larrinoa expone que en los dos informes de demanda elaborados no coinciden las cifras de viajeros contemplados, con una previsión de 33 millones de viajeros en uno y de 24 en otro en distintos años (para el conjunto de la línea de EuskoTren). Censura, además, que esos estudios aconsejan a Dbus eliminar algunas de sus líneas más importantes (como la 5-Benta Berri) y reducir las frecuencias en otras. Sator Alaia defiende que el objetivo de una nueva infraestructura de transporte público debería ser eliminar coches de las calles pero que, en este caso, no lo es ya que sus nuevos viajeros serán, principalmente, actuales usuarios de las líneas de Lurraldebus y Dbus. “No busca complementar a Dbus, sino competir con ella”, añade. “Es inadmisible que dos operadores públicos vayan a competir”, apunta, a su vez, Mikel Alonso.

La puesta en marcha de la pasante, como consecuencia, empeorará el servicio que ofrece ahora Dbus según Sator Alaia, ya que al perder viajeros se verá obligado a reducir las frecuencias de algunas líneas. Además, alegan, con menos usuarios, el déficit será mayor y el Ayuntamiento deberá desembolsar más dinero en la compañía de autobuses. Ese dinero se suma al coste del mantenimiento y al de las obras, alega la asociación. “Los 175 millones presupuestados equivalen al gasto en servicios sociales del Ayuntamiento durante 15 o 20 años”, critica Alonso. “Hay necesidades más prioritarias”, apunta, a su vez, Ariztimuño.

obras Las obras son, precisamente, otro de los problemas que ve Sator Alaia, que está convencido de que, una vez que arranquen los trabajos y teniendo en cuenta que las características del subsuelo de la ciudad no son favorables, el coste inicial previsto se encarecerá. Denuncian, además, que el túnel pasará por debajo o muy cerca de hasta 311 edificios y, también, por debajo de La Concha, lo que en las alegaciones presentadas se considera una aberración. Recuerdan, además, que en 2004 un informe técnico desaconsejó la extensión de la línea desde Easo hasta el hotel Londres por las condiciones del subsuelo. “Hay mucha gente que ha venido a las reuniones que está preocupada por la afección que las obras puedan tener en sus casas”, apunta Fernández Larrinoa. “No se tiene en cuenta el principio de precaución”, coincide Alonso.

Fernández Larrinoa expone que, además, esos trabajos que afectarán a gran parte del Centro, Amara Zaharra y El Antiguo se prolongarán durante cuatro años, por lo que las afecciones a ciudadanos, comercios y demás serán muy largas.

Uno de los objetivos de la pasante es eliminar el fondo de saco que supone ahora la estación de Easo. Sin embargo, Fernández Larrinoa añade que con la estructura actual de esa estación ya sería posible reducir los tiempos de espera y las frecuencias de los trenes hasta los cinco minutos y que una frecuencia menor sería implanteable en Donostia. También añade que, en realidad, Easo ya es el centro, y que no está justificada la obra bajo el argumento de acercar más el tren a la playa. “Desde Easo hasta La Concha ahora mismo hay la misma distancia que la que prevén que haya desde Benta Berri hasta las universidades”, explica.

a tiempo “Todavía estamos a tiempo de pararlo si hay una movilización y se abre el debate”, afirma Mikel Álvarez. Por eso están decididos a seguir convocando reuniones informativas en distintos barrios de la ciudad (la siguiente será el 2 de noviembre en las escuelas de la calle Urbieta), colgando informes y textos de interés en su web satorralaia.wordpress.com. También buscarán alianzas con los estudiantes universitarios, uno de los colectivos que, en principio, más se beneficiará de una nueva parada de EuskoTren en Benta Berri. Fernández Larrinoa apuesta, además, por atraer el interés de los jóvenes al debate.

Además, han convocado una primera movilización para el 28 de noviembre. “Es la gente que está viniendo a las reuniones la que nos dice que quiere salir a la calle”, cuenta Ariztimuño. “Queremos que se hable de esto, que no se apruebe de tapadillo”, añade Álvarez, al tiempo que afirma que están dispuestos a hablar con todos los colectivos o grupos políticos.