donostia - Tras dos meses dando un rodeo por la plaza Teresa de Calcuta, los peatones podrán volver a utilizar de nuevo el pasadizo subterráneo de Egia desde hoy, según informó ayer el Ayuntamiento.
A pesar de la reapertura, el acceso al túnel por el lado de Egia no será el definitivo. La entrada o salida desde el barrio se efectuará por una rampa que discurre paralela al ferrocarril, el mismo procedimiento que se utilizó antes del cierre total del pasadizo el pasado 24 de junio, fecha en la que se anunció que permanecería inutilizable dos meses.
La modificación de los accesos al subterráneo, incluida en la remodelación del entorno, persigue mejorar la seguridad de este transitado camino y hacer que el tramo subterráneo restante sea recto, con el fin de evitar puntos oscuros. Así, desaparecerá la curva que muchos usuarios consideran peligrosa por su poca luminosidad y falta de visibilidad. Para solucionarlo, el camino se ha acortado y ahora solo mantiene el tramo que pasa bajo las vías del tren. De este modo, la sensación de inseguridad en horas no muy frecuentadas es menor.
La transformación de las entradas ha incluido el derribo de los muros a ambos lados de la rampa de Duque de Mandas. Como consecuencia, el antiguo acceso desde Egia, de siete metros de ancho, ha pasado a convertirse en una gran plaza abierta de 22 metros de ancho, que se inaugurará bajo el nombre de Néstor Basterretxea en cuanto acaben los trabajos, antes del 11 de septiembre, fecha de apertura del complejo Tabakalera.
Asimismo, el nuevo espacio quedará conectado mediante escaleras con la plaza Blas de Otero, donde surgirá una especie de mirador sobre la sede del hogar del jubilado. En total, la nueva explanada situada junto a Duque de Mandas abarcará una superficie de más de 1.600 metros cuadrados.
Las obras de la plaza Néstor Basterretxea comenzaron a principios de este año y están ligadas al proyecto de Tabakalera, ya que forman parte de la transformación de su fachada norte, una zona que se utilizará como nueva entrada al centro cultural.
cafetería Además, el reformado pasadizo no solo cumplirá su antigua función, de unir el Centro con Egia, sino que permitirá el acceso a la planta sótano de Tabakalera. En esta planta baja nacerá Tabakalera Café (TBKafe), un espacio de restauración y cafetería que incluiría también programación cultural. Su ubicación, con acceso desde la nueva plaza y el pasadizo, permitirá la instalación de una terraza, por lo que el nuevo entorno tendrá también su cafetería.
Del mismo modo, está previsto que se construya una nueva cubierta sobre el acceso al pasadizo, retrasado hasta la altura de las vías. Desde ese punto partirán unas escaleras y un ascensor que enlazarán con el paso superior existente sobre los trenes. Además conectarán también con la plaza Néstor Basterretxea, en la fachada oeste de Tabakalera.
Los trabajos deben estar totalmente terminados antes de la apertura del Centro Internacional de Cultura Contemporánea. Entonces, el trazado del pasadizo subterráneo, ya totalmente recto, se abrirá definitivamente a los peatones. La actuación de la plaza, pasadizo incluido, tiene un coste de 1,9 millones de euros.