“Candar la bici en Donostia siempre ha sido un caos. Hace unas semanas dejé mi bici en un árbol y cuando volví tenía otras tres encima. Los aparcamientos se nos quedan cortos”, opina López mientras amarra su vehículo en el nuevo espacio provisional.

La gran demanda de plazas para aparcar estos vehículos y el interés por conocer las mejoras necesarias de Donostia fueron las razones que empujaron a la instalación del nuevo aparcabicis provisional, explicó en su día la concejala delegada de Movilidad y Transporte, Pilar Arana. La edil añadió que la experiencia servirá también para 2016, ya que la bicicleta será el vehículo oficial de la Capitalidad.

Y es que en la capital guipuzcoana las bicicletas están de moda. Los datos de la memoria correspondientes a 2013 del Observatorio de la Bicicleta en Donostia indican que la media de desplazamientos diarios en bici fue de 16.695, un 6,28% más que en 2012. Unos datos que han ido creciendo a lo largo de los años. Además, la memoria constata que en 2013 el número de plazas habilitadas para las bicis era de 6.802, cifra que en temporada alta de usuarios se queda pequeña .

“Cada vez veo más gente andando en bici. A veces me pregunto si estoy en Donostia o en Holanda”, afirma entre risas Maider Salgado. “Cuando pusieron el nuevo parking se notó muchísimo más orden en la zona. Ahora siempre encuentras plazas libres”.

54 plazas más Y es que la nueva instalación añade 54 plazas de aparcamiento al paseo de la Zurriola. “El aparcabicis me está salvando de largos minutos de búsqueda en algún árbol o farola para candar la bicicleta”, explica Salgado.

No obstante, hay quienes no están del todo conformes con la ubicación de la nueva instalación. La falta de espacio en la zona de La Concha, Alderdi Eder y el Boulevard es causa de disputas y encontronazos entre los ciclistas que se mueven por esta zona. Por eso reclaman la extensión de estos aparcamientos provisionales a otros barrios de la ciudad, donde creen que también es necesario. “Si te das un paseo por La Concha puedes ver que aquí hace más falta”, explica Idoia Cruz, que confiesa haber sufrido más de un encontronazo por aparcar en el mismo árbol que otro ciclista.

Aunque el nuevo aparcamiento estará operativo hasta después del Zinemaldia, muchos coinciden en que su continuidad es necesaria durante el resto del año. “Da igual si hace frío o calor, a la mínima que salga el sol sacamos la bici a pasear”, asegura la donostiarra.