Aluminio y caliza para la Paloma
El Ayuntamiento de Donostia ha sacado a concurso la ejecución de la nueva urbanización del entorno de la escultura de Basterretxea en Sagüés, aunque los trabajos no comenzarán hasta después de verano.
Materiales como el aluminio y la caliza rodearán en el futuro a la Paloma de la Paz en su nueva ubicación de Sagüés. El Ayuntamiento ya ha sacado a concurso las obras de reurbanización de este entorno y las empresas aspirantes a ejecutarlas deberán seguir las directrices del estudio de arquitectos Isuuru, encargado por el anterior equipo de gobierno municipal de diseñar la reordenación del extremo de Sagüés, en el que se ha colocado la escultura de Néstor Basterretxea. Tienen hasta finales de mes para presentar sus ofertas.
Uno de los cambios que los paseantes podrán comprobar cuando se ejecuten los trabajos en la esquina más oriental del paseo marítimo será el nuevo pavimento de los suelos, que estará recubierto de piedra caliza de color crema con algún veteado. Según el arquitecto Carlos Abadías, miembro del estudio Isuuru, “en un principio se pensó en un suelo más oscuro, pero luego vimos que podría calentarse en exceso con el sol y optamos por una piedra más clara”.
sin pasamanos Otro de los cambios más llamativos previstos para el futuro es la desaparición del tramo de pretil situado frente a la escultura para sustituirlo por una barandilla de fundición de aluminio, el mismo material que el del barandado del paseo de la Zurriola. En este caso, sin embargo, la barandilla estará conformada por medio de barrotes y no tendrá pasamanos. Será pues como un peine con las púas hacia arriba que dejará pasar tanto el agua de las olas cuando salten hacia la escultura como el agua de lluvia que caiga al suelo y resbale en dirección al mar gracias a la inclinación leve que tendrá el piso.
La acción del agua en el conjunto escultórico quiere recordar el efecto del mar en el Peine del Viento de Chillida. Esta obra, junto con la de Oteiza en el Paseo Nuevo y la Paloma en Sagüés se encuentran en la misma línea recta imaginaria, según explicaron los arquitectos de Isuuru.
La nueva barandilla estará compuesta por barrotes (con una planta romboidal) y permitirá que la Paloma de la Paz pueda ser contemplada en su integridad desde el espigón de la Zurriola. En la actualidad, la presencia del pretil hace que la parte baja de la obra escultórica quede fuera de la visión de los paseantes.
Aunque el material elegido para este barandado será inicialmente de color gris, con el paso de tiempo irá tomando una tonalidad bronce, como sucede en la barandilla de la Zurriola.
El coste de estos trabajos se acercará a los 790.000 euros, según informó el Ayuntamiento el pasado mes de abril, cuando anunció que el traslado de la escultura de Basterretxea tendría dos fases. La primera, ya ejecutada, con el cambio de ubicación de la obra de hierro pintada de blanco y la segunda, con la reforma de todo su alrededor.
Estos trabajos se han pospuesto hasta que termine la temporada veraniega, las fiestas de Semana Grande, con sus conciertos de Sagüés, y, según está previsto, también el Festival de Cine.