donostia - A diferencia de otras localidades de Gipuzkoa, la capital guipuzcoana terminará la legislatura actual sin un espacio municipal en el que poder desarrollar funerales civiles para las familias que prefieren no celebrar las despedidas a los difuntos por el clásico rito católico. La junta del patronato de Zorroaga rechazó ayer la propuesta del Gobierno municipal de Bildu para que la iglesia de este complejo, de propiedad municipal, sea designada como espacio para estas ceremonias de despedida y, como tal, ofrecido a las funerarias.
En la actualidad, las empresas de servicios mortuorios pueden organizar ceremonias de despedida en sus respectivas instalaciones. Las que utiliza Polloe SA, propiedad de Zorroaga, carecen de un espacio amplio. En el tanatorio de Errekalde, por su parte, pueden llevarse a cabo, siempre como servicio de pago y en unas dimensiones que pueden quedarse pequeñas con facilidad. Algunas familias que no quieren funerales religiosos se las ingenian para organizar actos en salones de distintas clases, como el Aquarium, por ejemplo, pero siempre previo pago de una cantidad como si de una actividad cultural se tratara. Por ello, el Pleno aprobó hace dos años buscar un emplazamiento municipal para que estos actos de adiós puedan tener lugar también en espacios públicos.
Sin embargo, el lugar sugerido por Bildu el pasado mes de abril no fue del agrado del resto de grupos. Todas las formaciones de la oposición (PSE, PNV y PP) votaron no a la propuesta de implantación de una nueva tarifa en la iglesia de Zorroaga, que se añadiría a la tabla de precios actuales de este espacio religioso, que ha acogido en los últimos tiempos desde algunas despedidas civiles -al escultor Néstor Basterretxea, entre otros- a bodas, conciertos musicales y desfiles de moda. De modo habitual, esta iglesia neogótica propiedad de la fundación municipal Zorroaga ofrece oficios católicos a los residentes del centro de mayores.
Entre los argumentos expuestos por la oposición para rechazar que este templo pueda servir como espacio municipal dedicado a los funerales civiles se encuentra el hecho de que el Obispado podría decidir desacralizar la iglesia en caso de que se extendiese la práctica para celebrar en él ritos diferentes a aquellos para los que fue creada, según sostienen.
Los grupos de la oposición recordaron que el Pleno solicitó hace dos años al Gobierno de Bildu que designase espacios municipales para la celebración de las ceremonias civiles y que analizase la posibilidad de llevarlas a cabo en algunas casas de cultura con salas amplias, en polideportivos, en la Casa de la Paz de Aiete o en la capilla de Cristina Enea, entre otros lugares. Sin embargo, no vieron con buenos ojos que la iglesia de Zorroaga pueda servir para este cometido.
la mitad de la tarifa En concreto, el voto negativo de la oposición se dirigió a rechazar la nueva tarifa propuesta por Bildu para los funerales civiles, de 241,31 euros por hora y media de uso. Esta cantidad es la mitad de lo que cobra Zorroaga cuando alquila el espacio para otro tipo de acto. Algunos, como la representante del PNV Aitziber San Román, señalaron que la iglesia de Zorroaga sí puede celebrar despedidas civiles, aunque pagando la tarifa habitual de alquiler para actos diversos. Asimismo, acusó a Bildu de “no haber hecho los deberes” y no “haber analizado la situación para designar un lugar”.
Por su parte, el concejal de Bienestar Social, Jon Albizu, recalcó que el Gobierno Municipal considera conveniente que se amplíen los usos de este espacio y se dé una mayor utilización a la iglesia, por lo que justificó la elección del templo para albergar las ceremonias de despedidas laicas. Asimismo, lamentó la postura de los demás grupos. “La celebración de funerales civiles es una demanda a la que queremos dar respuesta a través de este espacio y la oposición lo ha impedido. En cualquier caso, trabajaremos para que esto sea posible, en este u otros espacios”, manifestó el corporativo, quien añadió que el propio comité de empresa de Zorroaga remitió recientemente una nota en la que expresaba públicamente su apoyo a la ampliación de usos en la iglesia de Zorroaga y entre ellos, de los funerales civiles.