zumarraga - Madinabeitia, además de ser una leyenda viva del Urola, ayuda a mantener vivo el club. Gracias a gente como él, los chavales de nuestros pueblos pueden jugar a fútbol.

¿Cómo se aficionó al fútbol? ¿Había afición en casa?

-Fue mi padre el que me aficionó al fútbol. La verdad es que me gusta el fútbol desde niño. Empecé de chaval, en los torneos que se organizaban en el pueblo.

¿Con cuántos años llegó al Urola?

-Mi primera experiencia con un club fue en el Goierri de Urretxu, con ocho años. Jugábamos en el campito. Después vine al Urola, que estaba poniendo en marcha los equipos de categorías inferiores.

¿Recuerda su debut en el primer equipo del Urola?

-Tenía 17 años y el entrenador era Pepe Abasolo.

¿En qué puestos jugó?

-Empecé de central, pero después fui lateral derecho. No sé calcular cuántos partidos jugué. Lo que sí recuerdo es cuántos goles metí: tres. Me retiré siendo titular y le pasé el relevo a Ángel Garmendia.

¿Qué clase de jugador era?

-Tenía genio y casta. Subía la banda sin parar, pues tenía mucho fondo. Y si me tocaba defender a uno un poco vivo, ¡a por él!

¿El mejor futbolista con el que jugó?

-Matías, un veterano para cuando yo llegué al Urola, me ayudó mucho. Ángel Manuel, también. Eran los que ayudaban a los chavales. En cuanto a los jugadores con más calidad con los que compartí vestuario, jugué con Musti Mujika. Todo nuestro juego pasaba por él. Juanjo Ruiz también fue un jugador fabuloso.

¿A qué entrenador recuerda con más cariño?

-Pepe Abasolo, Jesús Mari e Iñaki Aldalur... Tuve muchos grandes entrenadores, pero el maestro de los entrenadores del Urola ha sido Juanjo Aldama. Tenía un carisma especial. Entendía de fútbol, sabía entrenar y en el trato con el jugador era muy amable y comprensivo. Era muy buen psicólogo y sabía enderezar a los que venían torcidos. Una maravilla.

¿Hay algún partido que recuerde especialmente?

-El del debut con el primer equipo, por supuesto. Debuté en Aretxabaleta. También recuerdo a menudo un partido que jugamos contra el Aurrera de Vitoria, allí. El público nos estaba provocando y, al final, un compañero saltó la valla y se encaró con los espectadores. Se montó la de Dios. Fue un partido muy bronco. También recuerdo partidos muy bonitos. Antes, en Preferente se jugaba muy bien a fútbol y había un gran ambiente en los campos. También había lesiones duras, por culpa de los tacos de aluminio. Yo mismo tuve una rotura de ligamentos. Me operaron en la clínica del Pilar, Echavarren y un tal Álvarez, y salió bien. En el hospital coincidí con otros jugadores, algunos del Ilintxa, y Echavarren nos contaba muchas anécdotas. Por otro lado, el masajista Juan Luis Leatxe también me ayudó mucho. En siete meses volví a jugar a fútbol, cuando en aquellos tiempo se tardaba más.

¿Jugó alguna vez fuera del Urola?

-Durante el Servicio Militar, jugué en un equipo de Preferente de Andalucía: el Viator. El Ejido también nos quiso fichar, pero nos quedamos en Viator. Era un pueblo que estaba a unos pocos kilómetros de Almería. Estuve muy a gusto. Después volví aquí.

¿Notó diferencia entre el fútbol de Andalucía y el de aquí?

-Aquí había más nivel.

De Andalucía volvió a casa. ¿Con qué edad se retiró?

-En el Urola jugué desde los 10 hasta los 25. Me retiré en la temporada 1989-90.

Se retiró poco antes de que el Urola subiera a Tercera, por lo que conoció a aquellos jugadores. ¿Se veía que iban a conseguir aquel histórico logro para el Urola?

-Se veía muy claro que iban a subir. Me dio pena no vivir aquel momento, pero para entonces estaba muy machacado ya. Habían sido muchos años jugando a fútbol. Entre eso y el trabajo, lo tuve que dejar. Además, estaba entrenando a un equipo femenino. Pero no dejé de ir a Argixao. En Tercera se vieron grandes partidos. Vivimos siete temporadas maravillosas. Había un gran equipo. Aquello fue una maravilla.

¿Ha cambiado mucho el fútbol?

-Sí, tanto técnica como tácticamente. En Preferente se ve menos fútbol que antes. Se juega más al patadón.

¿Cómo ve al Urola?

-Tenemos muchos chavales, pero en cuanto destaca uno, otro equipo se lo lleva. Lo lógico sería subir de vez en cuando a Tercera. Vienen chavales muy buenos y creo que dentro de unos años volveremos a Tercera. Creo que hay que trabajar y mantener unido el equipo Infantil de Honor.

Tal y como ha dicho, el ambiente en los campos de fútbol de los pueblos ha bajado mucho.

-Me imagino que el hecho de que el equipo esté en Regional influye mucho. Además, se echan muchos partidos por la tele.

Usted, en cambio, se mantiene fiel a Argixao.

-Cuando dejé de jugar, tenía muy claro que no me iba a desvincular del fútbol y del Urola. Ha cumplido las Bodas de Plata como entrenador. Han pasado un montón de chavales por mis manos.

Entre ellos, algunos que han jugado en Primera.

-A Alberto Alejandro se le veía una gran proyección y llegó a jugar en la Real. A Dani García, del Eibar, igual no se le veía tanta proyección, pero era técnico y peleón. A base de luchar, ha llegado hasta donde ha llegado. Mikel Balenziaga también ha luchado mucho. Son dos jugadores que me encantan y en el Urola estamos muy orgullosos de ellos. La verdad es que en el Urola he visto a muchos jugadores buenos. Hace falta encaminarles, tienen que tener suerte... También es verdad que hoy en día la Real hace un seguimiento mucho mejor de los jugadores. Antes había que ser un fuera de serie para que la Real se fijara en ti.

¿Entrenar a los chavales es un trabajo grato?

-Sí, pero hace falta un poco de mano izquierda y hay que saber utilizar la psicología. La mayoría de los chavales son muy fáciles de llevar. Si les tratas bien, responden. Lo importante es que disfruten jugando al fútbol.

Usted también disfruta.

-Sí. A mí siempre me ha gustado esto. Ver la cara de los chavales cuando meten un gol o cuando se dan cuenta de que han asimilado un sistema y están moviendo el balón... Eso es una maravilla. Alucinas.

Tenemos entrenador para rato, por lo tanto.

-Sí, sí. Seguiré hasta que me jubilen. Nunca he entrenado al primer equipo, pero no tengo claro si me gustaría. Me parece que es un gran compromiso y que si lo aceptas es para que el equipo suba de categoría.