Los derribos pisan el acelerador en martutene

donostia - Los derribos de edificios de Martutene, imprescindibles para la sustitución del puente sobre el Urumea, se han intensificado esta semana después de que se hayan reanudado los que comenzaron en diciembre en la margen izquierda del río - paralizados posteriormente- y hayan comenzado los de la margen derecha del cauce, el pasado lunes.

Ayer, las máquinas de obra de la empresa Ribera Navarra arrasaban con las dos construcciones que acogían los inmuebles 57, 59-61 y 63 del paseo de Martutene, en las que, además de viviendas, se hallaba la popular sociedad gastronómica Txapel Handi. Dos palas de demolición y una grúa de grandes dimensiones atacaban las viejas edificaciones, mientras algunos vecinos curioseaban por los alrededores de las obras.

Una cortina protectora colgada de lo alto de la grúa impedía que los cascotes y el polvo cayeran a la carretera, que estuvo cortada en uno de sus dos carriles y daba paso alternativo a los vehículos.

Estos trabajos estarán finalizados a lo largo de esta semana, aunque serán necesarias otras dos para dejar todo el terreno limpio, sin restos de obra, y poder entregar así los terrenos a la Agencia Vasca del Agua Ura, que podrá iniciar entonces la sustitución del puente de Martutene, una de las intervenciones más fuertes previstas en el plan contra las inundaciones y que obligará a modificar las rutas viarias del barrio. El Ayuntamiento informó ayer de que los derribos estarán concluidos este mismo mes de marzo.

Al otro lado del río, en la margen izquierda, las máquinas de Demoliciones Igeldo daban los últimos empujones a algunos de los muros que aún quedaban en pie del primer lote de derribos contratado por el Ayuntamiento, que afectó a los números 6, 12, 16 y 18-20 del paseo de Martutene. Esta actuación comenzó el 20 de diciembre con presencia del alcalde, Juan Karlos Izagirre, y el concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran, que anunciaron que estaría finalizado en febrero. Sin embargo, un mes después, estas demoliciones están aún sin concluir, aunque puede apreciarse que se encuentran en sus últimos momentos.

La denuncia sociolaboral presentada por el sindicato ELA sobre las condiciones de algunas contrataciones, así como la intervención de Osalan y, posteriormente, la falta de algún permiso pendiente del Estado han retrasado la conclusión de estos trabajos, que corresponden a la administración local.

terrenos libres Una vez concluidos los derribos de ambas partes del río, habrán desaparecido 41 viviendas y se entregarán los terrenos libres. Entonces podrán comenzar las obras de construcción del nuevo puente, más elevado que el actual y sin pilares sobre el cauce para no entorpecer el discurrir del agua.

Una vez que Ura inicie la construcción del nuevo puente habrá que esperar 30 meses para que finalice esta fase de obras, que incluye también el ensanchamiento del río en algunos puntos. Según el calendario previsto, a finales de 2017 comenzará la segunda fase de obras, que durará otro año más. Todo ello, para intentar alejar las frecuentes inundaciones que afectan a este barrio donostiarra.