Bergara. El Ayuntamiento de Bergara ha ampliado la dotación de recursos destinados a la tercera edad con la puesta en marcha de un servicio de vivienda tutelada que se estrenará el próximo mes de febrero. Esta nueva alternativa de alojamiento, que está ubicada en el número dos de la calle Eskusarte del barrio de San Antonio, dispone de seis plazas a las que accederá el colectivo de mayores de 60 años podrá haber salvedades para los menores de esa edad previo estudio de cada caso en concreto que gozan de autonomía personal.

El Consistorio incorpora, de este modo, a su red de servicios sociales un nuevo dispositivo que ya funciona en otras muchas localidades como Antzuola o Arrasate. La presentación de este equipamiento supervisado tuvo lugar ayer de la mano de la alcaldesa, Jaione Isazelaia, y el concejal y técnico del departamento de Servicios Sociales, Javi Bengoa y Xabier Legorburu, respectivamente.

Promover la autonomía de estas personas respondiendo de un modo adecuado a sus necesidades, mejorar su calidad de vida, mantenerles en un entorno comunitario apropiado, facilitar sus relaciones sociales, y retrasar o prevenir en la medida posible su deterioro progresivo son algunos de los objetivos de esta nueva alternativa residencial. "Los usuarios tendrán que ser personas autónomas o con una dependencia media (su nivel de supervisión requerido tendrá que ser pequeño)", detalló Legorburu, al tiempo que citó también como requisito el estar empadronado en Bergara al menos en los dos años anteriores de pedir una plaza en este piso tutelado, en el que podrán residir los cónyuges o parejas de los solicitantes siempre y cuando, a pesar de no tener la edad establecida, cumplan con el nivel de autonomía exigido.

La adecuación de este servicio se ha demorado más de lo deseado. En noviembre de 2012 el Ayuntamiento mahonero formalizó con el Gobierno Vasco la adquisición de estas dos viviendas (una de ellas se arrendó con derecho a compra) emplazadas en la primera planta del número 2 de la calle Eskusarte, que hasta entonces se reservaban para alquiler social.

Durante este tiempo se han ejecutado obras en ambos inmuebles, situados de forma contigua, con el propósito de acondicionar una sola vivienda de 160 metros cuadrados que en sus espacios comunes alberga una cocina-comedor, un salón y tres baños (uno adaptado para personas con discapacidad). El piso está dotado, asimismo, de seis habitaciones (con llave para cada uno de sus inquilinos), equipadas con la correspondiente cama, mesillas, armario y escritorio. Tiene vinculados, a su vez, dos garajes y otros tantos camarotes.

Comidas y limpieza El piso funcionará bajo la tutela de una persona la asistencia será de un máximo de cuatro horas y media diarias, en principio de lunes a sábado, que preparará las comidas, además de limpiar las distintas dependencias, lavar la ropa y plancharla. "Se podrá recibir ayuda puntual, por ejemplo en la higiene personal, aunque el beneficiario tendrá que ser capaz de hacer una vida autónoma", remarcó Legorburu.

En cuanto al capítulo económico, cada usuario abonará una cuota en función de su patrimonio (no se tendrá en cuenta la vivienda habitual) e ingresos. En este último caso, el importe mensual a pagar no superará los 668 euros, y se asignarán un mínimo de 287 euros al mes para gastos particulares.

Este nuevo servicio para el colectivo de mayores echará a andar el 1 de febrero con un inquilino. Así que aún quedan cinco plazas libres y los interesados pueden tramitar sus peticiones en los servicios sociales. "Hay que reconocer la labor de Pablo Peñakoba, del departamento de Vivienda del Gobierno Vasco, y el anterior alcalde, Jesús Elortza, en el desarrollo de este proyecto" sentenció Bengoa.