Música en directo, pintxos elaborados, gente por todas partes y un ambiente bonito por 2,5 euros. Es lo que han conseguido los puestos del mercado de San Martín con la iniciativa del gastro-pote emprendida en marzo que todos los jueves a partir de las 19.00 horas atrae a varios millares de personas hasta los pasillos del renovado mercado.

“El primer día esperábamos 70 personas y vinieron 700. Ahora cada jueves vienen más de 3.000 personas y hemos llegado a acoger hasta 5.000”, cuenta Nerea Aramburu, gerente del Mercado San Martín. Ella fue la impulsora y primera sorprendida por las dimensiones y el éxito de la iniciativa. Explica que surgió inspirándose en otros mercados como el de Madrid y con intención de dinamizarlo. Sabía que el pintxo-pote era una fórmula de éxito y ellos tenían la mejor materia prima disponible, la de las carnicerías, charcuterías, fruterías y pescaderías del mercado. Había quedado libre un puesto hacía más de un año y decidieron aprovecharlo para colocar un pequeño escenario y aportar música en vivo a sus fiestas.

Precisamente la música es, además del escenario, en opinión de Aramburu, lo que diferencia su gastro-pote de la oferta de bares del entorno o de otros barrios. Han conseguido que San Martín se llene y que esos clientes que igual no conocían los puestos del mercado los visiten y compren en ellos, tanto los jueves como otros días. Los pintxos varían cada semana y los visitantes saben de qué puesto proceden. Por ejemplo, últimamente han degustado el sushi de Kenko Sushi, calabacín relleno de Iñaki & Jenny, foie de Goiburu o un brick de merluza y mejillones, de Rosa Mari. En algunos casos los pintxos los elaboran en el propio mercado los asentadores y, en otros, los hace una empresa de catering, siempre a partir de los productos entregados por estos.

Nerea Aramburu comenta que querían ofrecer calidad y pintxos elaborados, de ahí que el precio, de 2,5 euros, sea algo superior al del pintxo-pote habitual (suele estar entre 1,5 y 2 euros). Aún así, la gerente explica que en realidad no ganan dinero, pero sí consiguen de sobra el objetivo de promocionarse y dinamizar San Martín. Aunque no están directamente implicados, los bares de alrededor también están contentos con el éxito de la iniciativa, ya que tras pasar por el mercado muchos se quedan en otros establecimientos a tomar algo más y animan la noche del jueves para los profesionales de la zona.

Muchos ‘erasmus’ y gente joven

Aramburu explica que entre sus visitantes hay muchos jóvenes, universitarios y estudiantes de Erasmus: “Se corrió la voz y ahora vienen muchísimos”. La afluencia varía, de todos modos, dependiendo de la época del año y del grupo de música que actúe cada semana: intentan probar diferentes estilos, desde el reggae hasta el pop, siempre con grupos locales. “Hay gente que viene atraída por la actuación de esa semana y los clientes habituales o fieles gastropoteros. Sin ellos, no sería lo mismo”, agradece Aramburu.

El hecho de que la cita sea en un lugar a cubierto y amplio también es un factor a su favor los días de lluvia y frío del invierno.

Aunque el gastro-pote comenzó en los pasillos de la planta baja del mercado, junto a los asentadores, ahora también se han sumado a la iniciativa el SM Bar del pasillo central y el Pikin Good situado en la Fnac. Con motivo de las fiestas navideñas, ni el jueves pasado hubo ni el próximo habrá gastro-pote, pero la cita volverá el día 8 de enero.

Gros. Los jueves por la tarde. A partir de las 19.00 horas, aproximadamente. Sobre todo lo hacen los bares de la zona de la plaza de Cataluña y la calle San Francisco y es el más multitudinario de la ciudad.

Egia. Se celebra los viernes y también es un éxito de público. Participan, los bares Egia, Garraxi, La Estrella, Muga e Isatxe...

Amara Zaharra. Fueron los pioneros en Donostia y llevan ya más de cuatro años organizándolo todos los jueves, bautizado como Ostegun-ero. Participan los bares Amara Zaharreko Abadia, Lau Taberna y La Bodeguilla, entre otros. Los viernes también hay pintxo-pote en Reyes Católicos.

Parte Vieja. Los bares Rekalde, Eiger y Ensanche organizan un pintxo-pote los miércoles, en una iniciativa bautizada como Gaitzerdi: por un euro, bocadito y botellín de cerveza. Los jueves también hacen pintxo-pote algunos bares de la calle Ikatz o Juan de Bilbao.

El Antiguo. Algunos bares de la zona de Benta Berri ofrecen un pintxo-pote los miércoles.

Amara Berri. Varios bares de la zona de Isabel II y Felipe IV tienen esta oferta los miércoles. Otros establecimientos de la zona organizan su pintxo-pote los viernes.

Altza. Los jueves hay pintxo-pote en Santa Barbara y Arrizar y los sábados en Arriberri. Los jueves también lo ofrecen en Larratxo.

Riberas de Loiola. Los jueves lo organizan varios bares del barrio.