Independencia se escribe con I. Con I de Igeldo, Itziar e Itsaso. Primero fueron los igeldotarras los que solicitaron pasar a ser un municipio, después los itziartarras y, ahora, los vecinos de Itsaso. Este caso es distinto a los otros dos, pues Itsaso fue un municipio hasta que a mediados del siglo pasado un decreto franquista les unió con sus vecinos de Ezkio. Los itsasoarras consideran que la unión nunca ha terminado de funcionar y han solicitado la desanexión. Ya han dado los primeros pasos. Encargaron un informe jurídico y un plan de viabilidad y ahora la pelota está en el tejado de la Diputación. Esperan obtener una respuesta positiva y ser un municipio para las elecciones de mayo.
Un grupo de vecinos, formado por una veintena de personas, se está encargando de liderar el proceso. Siete de estos vecinos hablaron para este periódico, el miércoles por la noche en las antiguas escuelas de Itsaso.
Como bien recuerda la exposición que montaron para fiestas de San Bartolomé y aún se puede ver en la escuela, Itsaso fue un pueblo hasta 1965. “Retrocedimos varios siglos y vimos que Itsaso se menciona por vez primera en 1399. Después se nos unió Arriaran (hoy en día Beasain), que fue parte de Itsaso hasta 1927. El objetivo de esta exposición es mostrar que el periodo de unión con Ezkio es solo una pequeña parte de nuestra historia, pues mucha gente ha perdido la perspectiva”, explica Pilare Muxika.
De hecho, Itsaso (con Arriaran) llegó a contar con casi 900 habitantes (en 1760). Cuando la unieron a Ezkio, todavía tenía 370 habitantes. Los itsasoarras consideran que ahí comenzó su declive poblacional. Hoy en día son unos 160 vecinos. Creen que el no poder tomar todas las decisiones por sí mismos les ha perjudicado. Además, al poco de materializarse la unión, cerraron las escuelas de Itsaso y de Ezkio. “La escuelas son muy importantes para impulsar la relación entre los vecinos y el sentimiento de pertenencia a un pueblo”, explica Maite Salutregi.
Mathias Aizpurua recuerda que aquello coincidió con la industrialización, por lo que además muchos itsasoarras se trasladaron a los pueblos grandes del entorno. “Desde entonces apenas se han construido viviendas. No se ha intentado frenar la despoblación”, añade Muxika.
En Madrid, delante de un mapa, les parecería que Ezkio e Itsaso estaban muy cerca, pero la realidad es muy distinta: tanto Itsaso como Ezkio cuentan con núcleos urbanos a distintas alturas y la unión lo complicó todo aún más. Además, del núcleo urbano principal de Itsaso al de Ezkio hay diez kilómetros por carretera. Los de Itsaso siempre han tenido tendencia a ir a Goierri (Ormaiztegi o Beasain) y los de Ezkio a Urola Garaia (Urretxu y Zumarraga).
Al ser dos pueblos con tantos núcleos y tan dispersos, se optó por centralizar los servicios (Ayuntamiento, casa de cultura, ambulatorio, escuela...) en Santa Lutzi: a cinco kilómetros de Itsaso. Les duele también haber perdido el camino que une el núcleo urbano de Itsaso con Mandubia e incluso el nombre. “Mucha gente dice Ezkio a secas”. Y añaden, como detalle significativo, que para recoger un envío certificado tienen que ir a la oficina de Correos de Zumarraga (que está a unos diez kilómetros), en vez de a la de Ormaiztegi (que está a unos cinco).
Consideran que hace 50 años se tomó una decisión “injusta”, pero que el daño es fácil de resarcir. “Hay una norma foral que permite separarse los pueblos que se encuentran en una situación como la nuestra. Hace un tiempo ya lo hicieron Ikaztegieta, Orendain y Baliarrain y Leaburu y Gaztelu, por ejemplo. En Gipuzkoa solo quedamos Bidegoian y nosotros”, comentan.
Objetivos Dejan claro que quieren seguir manteniendo una buena relación con Ezkio, pero reconocen que el tema es tabú en las conversaciones con los ezkiotarras. “Estamos dispuestos a seguir compartiendo muchos servicios, pero Itsaso necesita hacer su propio camino para fortalecerse: nuestro patrimonio se encuentra en mal estado, necesitamos renovar las infraestructuras, revitalizar el barrio de Alegi, hacer nuevas viviendas para que la gente se pueda quedar a vivir aquí y no sigamos perdiendo habitantes... En Ormaiztegi vive un montón de gente de Itsaso”, comentan. Kaietano Iraeta añade que ellos son diez hermanos y ninguno vive en Itsaso.
Reiteran que no quieren echar nada en cara a nadie. “Solo queremos volver a ser un pueblo. Con todo lo que ello supone. Sabemos que nos exigirá un esfuerzo, pero llevamos ya más de un año trabajando en ello”.
El grupo motor se denomina Itsaso BHerria y desde el primer momento está trabajando con el Ayuntamiento de Ezkio-Itsaso. Se solicitó un informe jurídico y así supieron que hay un decreto foral que permite solicitar la desanexión a los pueblos que fueron unidos por la fuerza. Después tocaba saber si Itsaso y Ezkio eran viables por separado y pidieron otro informe. El Ayuntamiento les solicitó un número concreto de firmas para saber si el gasto estaba justificado y consiguieron bastantes más de las exigidas.
El estudio arrojó que el proyecto es viable y ahora solo queda llevar a cabo la consulta. “El tema está en manos de la Diputación y esperamos que ponga una fecha cuanto antes. Las elecciones municipales se nos están echando encima y en esta ocasión queremos votar para la constitución del Ayuntamiento de Itsaso. Urquijo recurrió el proceso de Igeldo y la Diputación no quiere pillarse los dedos, pero nuestro caso es distinto”. Con I de ilusión.