donostia - La conversión de la antigua N-I a su paso por Añorga en una avenida bulevarizada, con una mediana y tráfico lento, no comenzará este año, como estaba anunciado, sino que tendrá que esperar hasta el próximo. Los pliegos de condiciones para la obra, que se iban a aprobar en junio, aún no lo han hecho ya que el proyecto de ejecución está recibiendo las últimas correcciones. Los trabajos, que llevan varios años presupuestados, consisten en la creación de solo dos carriles de circulación, uno en cada sentido, además de anchas aceras para el tránsito peatonal y un bidegorri.
La obra, que corre a cargo del Ayuntamiento, costará tres millones de euros y este año estaba previsto el gasto de 800.000 euros para su arranque. Sin embargo, al proyecto de ejecución le faltan algunos ajustes, según fuentes municipales, por lo que está siendo retocado. Son necesarios, además, permisos de la Diputación para detalles técnicos relacionados con la rotonda de Karmengo Ama, y otras autorizaciones de la Agencia Vasca del Agua, URA, en relación con la regata de Añorga.
Estas circunstancias hacen que la obra no pueda comenzar en noviembre, como se anunció en primavera, y podría ser una realidad, si no hay nuevos contratiempos, en marzo o abril. Un año después, según los plazos previstos, estaría finalizada.
Las obras para cambiar el trazado de este cauce comenzarán en cuanto se derriben las viejas viviendas de la empresa Cementos Rezola, algo que comenzará la próxima semana, según está previsto, tras dos años de parón.
realojo de familias La demolición de estas casas, construidas por la empresa Cementos Rezola para los trabajadores de la factoría, corresponde a URA y no se ha podido llevar a cabo hasta realojar a 16 familias que residían en ellas. Esta tarea ha concluido recientemente, con la construcción de viviendas al otro lado de la antigua N-I, por lo que los operarios de la Agencia Vasca del Agua realizan estos días los trabajos preparatorios para la próxima demolición de los edificios.
La reforma del trazado de la regata quedó paralizada en octubre de 2012 ya que las viviendas para los afectados no estaban finalizadas. Una vez trasladados los vecinos, se puede seguir con la reforma del trazado de la regata de Añorga, que quedará al aire libre.
En estos últimos tiempos, las obras de Añorga han proseguido con la ejecución del nuevo saneamiento que evitará las inundaciones en la zona, de 2,5 kilómetros de longitud. Las nuevas conducciones recogen todos los vertidos de Añorga, con lo que la regata dejará de recibir aguas sucias.