El deporte escolar es actualmente una práctica consolidada y con una larga tradición en la comarca. Este año se cumplen 20 años desde que los alumnos y alumnas de los colegios empezaron a dedicar sus horas extraescolares al deporte. Los responsables del área deportiva de Laskorain Ikastola, Ainhoa Artolazabal; de Samaniego-Orixe, Iván Gallego y Jon González de Hirukide, reflexionaron ayer sobre el recorrido que ha hecho el deporte escolar en la comarca y la necesidad de inculcar a los escolares las “buenas prácticas”.

Actualmente 2.000 alumnos y alumnas de entre ocho y 16 años de Tolosaldea participan en las diferentes actividades del programa de deporte escolar. Además, movilizan un centenar de monitores y una docena de coordinadores. Su misión ha sido y sigue siendo “formativa-educadora, inclusiva-integradora, diversa, participativa, sin perseguir únicamente los resultados y la competición”.

Los responsables deportivos de los centros escolares tolosarras convienen en la necesidad de restar carácter competitivo a estas actividades . “Hay que enfatizar el lado lúdico del deporte y conseguir que los escolares no prioricen los resultados. Tratamos de utilizar el deporte para transmitir valores a los chavales y de modo integrador”, declara Iván Gallego, de Samaniego-Orixe. No obstante, reconocen que no siempre suele ser fácil conseguir este objetivo. “Suele ocurrir que los chavales entrenen de forma adecuada, pero los fines de semana, cuando tienen público, donde están sus amigos y padres, cambien la conducta. Es importante dejar que los chavales jueguen de forma libre”, añade Ainhoa Artolazabal, de Laskorain. Sin embargo, están de acuerdo en que su responsabilidad es grande. Así lo cree Jon González, de Hirukide: “El deporte escolar suele ser el primer contacto de los niños y niñas con el deporte y es importante que sea positivo”.

Por este motivo, este año se ha decidido que los escolares de 3º y 4º, es decir, los benjamines, disputen partidos amistosos en los que no se firmen actas, y todo con el fin de no fomentar la competitividad desde una edad demasiado temprana.

Los alumnos y alumnas pueden elegir hoy en día entre un amplio abanico de actividades que van desde los deportes de equipo como el fútbol sala, el baloncesto o el balonmano, hasta los individuales, como el atletismo, la natación, el deporte rural, la montaña, el tenis de mesa, el patinaje o el remo. Todos los participantes reciben un decálogo de buenas prácticas sobre cómo deben actuar ellos y sus padres.