El edificio de la pescadería dirá adiós a los negocios
El Ayuntamiento quiere rescatar parte de la concesión para ubicar el ambulatorio, la casa de socorro y la oficina de turismo “Se ha demostrado que el modelo era inviable”, dice Izagirre
donostia - El alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, reveló ayer que el Ayuntamiento está negociando con la empresa La Bretxa para recuperar el edificio de la antigua Pescadería y dedicarlo en exclusiva a usos públicos no comerciales, por lo que los locales que aún funcionan en el lugar, como varios bares y los cines, con un ERE de extinción ya presentado, deberán cerrar. En total, unas treinta personas trabajan en el edificio.
Para culminar su plan, el Ayuntamiento deberá rescatar parcialmente la concesión, por la que la empresa abona un canon anual de 500.000 euros, aunque no ha pagado aún la cantidad del pasado año por dificultades económicas derivadas de la situación del centro comercial, según aseguró el responsable de Hacienda, Jabi Vitoria. El nuevo canon podría ser de 250.000 euros, según algunas fuentes, y dejaría en manos de la empresa tanto el edificio del antiguo mercado como toda la planta subterránea, donde se asientan los puestos de alimentación y un supermercado.
Izagirre explicó ayer su plan de usos para la antigua Pescadería, que incluye el traslado del ambulatorio de la Parte Vieja a dos plantas de este inmueble, en concreto las del ala de la calle Aldamar, y que podrá ser realidad en 2016. “Se ha demostrado que el modelo impulsado por los anteriores gestores era inviable y está muy alejado de lo que nosotros proponemos”, dijo el alcalde en alusión al centro comercial.
El acuerdo alcanzado con Osakide-tza para implantar el centro de salud conllevará también el traslado del Punto de Atención Continuada (PAC) (urgencias), por lo que desaparecerá el Cuarto de Socorro de la calle Bengoetxea. Ello permitirá “desprivatizar” su gestión y supondrá un ahorro de 210.000 euros al año para la ciudad.
El plan también prevé dejar de gastar otros 140.000 euros con el traslado a La Bretxa de la Oficina de Turismo del Boulevard, una decisión que deberá ser aprobada por el Consejo Asesor de la Sociedad de Turismo. Izagirre añadió que su propuesta es que el local de la calle Bengoetxea acoja un centro de día y en el actual ambulatorio de la calle Esterlines se instale un haurtxoko.
Además, el Ayuntamiento quiere comprar la última planta del edificio de la plaza de Lasala, propiedad del Estado, con el fin de que todo el inmueble sea municipal y pueda sacarlo a concurso con el fin de que se instale un hotel. “Los ingresos por este edificio ayudarían en la operación de La Bretxa”, dijo Izagirre, que añadió que en el edificio Pescadería se instalará también un espacio deportivo y actividades para mayores.
El alcalde reconoció que el anuncio de cierre de las nueve salas cinematográficas de Ocine “ha precipitado” sus planes y añadió que aunque le preocupa que cierren estas salas, “como cualquier comercio de la ciudad, está claro que la relación contractual ha sido siempre con la concesionaria y no con el Ayuntamiento”.