Eskualdeak
GETARIA - La representación histórica del desembarco de Juan Sebastián Elcano, celebrada ayer en Getaria, volvió a reunir a todo el pueblo, cuyos habitantes acudieron en masa para presenciar el momento en el que su capitán pisaba tierra firme.
A diferencia de hace cinco años, cuando el municipio costero recibió por última vez a Elcano, el marino universal llegó al muelle a bordo del Saltillo. Esta embarcación, construida en 1932 y buque-escuela de la UPV en la actualidad, sustituyó a una réplica de la nao Victoria, que fue la encargada de simbolizar en 2009 la llegada de la tripulación que dio la primera vuelta al mundo a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) hace 492 años. Quien de momento no tiene sustituto es Manuel Gorostiaga, que lleva más de 20 años interpretando el papel de Elcano. Aunque, según explicó a este periódico, la de ayer fue posiblemente su última actuación para “dar paso a las nuevas generaciones”.
Él y los 17 tripulantes que completaron la hazaña, fueron aclamados por las miles de personas que asistieron a uno de los actos más relevantes de las fiestas de San Salvador. El buen ambiente unido al buen tiempo y el calor fueron los grandes protagonistas de la exhibición, que comenzó cuando el Saltillo arribó al puerto, acompañado de numerosas embarcaciones pesqueras que salieron a recibirlo. Elcano fue el primero en pisar tierra y besó el suelo del muelle getariarra tras abandonar la nave, como hizo hace casi cinco siglos en Sanlúcar de Barrameda.
novedades Tras tres largos años de navegación, el explorador de Getaria y el resto de supervivientes lograron subir ayer malheridos y con la ropa hecha harapos hasta las calles del casco viejo, haciendo una parada en la iglesia del pueblo, tal y como sucedió en la catedral de Sevilla en 1522. Aquí, antes de subir a la carroza que representó a la nao Victoria y recorrer las calles de Getaria, los tripulantes se postraron a los pies de la virgen de La Antigua en agradecimiento a la ayuda que esta les otorgó para salvar los percances sufridos en alta mar.
Ya con el atuendo formal, Elcano se dirigió, acompañado por su séquito y las representantes de la belleza de los cinco continentes, hacia las proximidades del frontón, donde fue recibido por el emperador Carlos I, quien honró al navegante por la exitosa consecución de la arriesgada aventura entregándole el blasón. Después del reconocimiento, los supervivientes se dirigieron al Ayuntamiento, junto al cual se encuentra un busto del navegante getariarra, quien quedó, al frente de la expedición que dio la primera vuelta al mundo al morir el capitán portugués Fernando de Magallanes.
Para cerrar el espectáculo histórico, los marinos alcanzaron el Museo Balenciaga, donde terminó la representación; una de las grandes novedades junto con la carroza de la nao Victoria. La siguiente exhibición que vivirá Getaria será en 2019, fecha en la que se cumplirán 500 años desde que Elcano saliera en busca del sueño cumplido.