Donostia - Los obreros que trabajan en el hotel Zenit San Sebastián de Morlans no tomarán vacaciones en agosto. Muy al contrario, los operarios están enfrascados estos días en dar los últimos remates a la fachada del edificio, el único elemento que queda por terminar en este nuevo alojamiento de cuatro estrellas, y una de sus señas de identidad.

La cadena Zenit, que inició la construcción del edificio en enero, pretendía abrir sus puertas en julio, aunque los fuertes temporales de febrero y los clásicos imprevistos de las obras les aconsejaron retrasar la fecha hasta agosto. Ahora, según sus responsables, parece difícil que se pueda abrir para la Semana Grande, que arranca el sábado 9, y es más probable que pueda empezar a acoger clientes en la segunda quincena del mes de agosto, según sus previsiones.

Precisamente, la fachada blanca hecha con un material denominado krion (de la firma Porcelanosa) será una de las características del hotel. “No hay ningún otro en España que tenga este material; solo hay otro en Burdeos”, explica el presidente de la cadena hotelera, Javier Catalán. El hotel de Burdeos emplea la resina denominada corian, que pertenece a la firma Dupont, aunque es similar.

En concreto, el establecimiento bordelés al que se refiere Catalán se denomina Hotel Seeko’o, que significa iceberg en la lengua inuit, un nombre que hace alusión a su color y a su aspecto. Este alojamiento, de 45 habitaciones, se encuentra en pleno centro de la capital de Aquitania, junto al trazado del tranvía y a pocos metros de los muelles del río, renovados y reconvertidos en zona de tiendas y restaurantes.

no ennegrece Tanto el corian como el krion son nuevos materiales hechos con resinas sintéticas que, aunque están inicialmente previstos para sanitarios como bañeras o lavabos, están empezándose a usar también en fachadas. Entre sus características destaca que no les afecta la humedad y no quedan ennegrecidos con ella, como sucede en muchas ocasiones con los materiales para fachadas y más en climas como el donostiarra. Además, estas resinas pueden moldearse y hacer curvas. El precio, por el contrario, no es uno de los atractivos de estos materiales, menos económicos que los clásicos.

Mientras concluye la realización de la fachada, la cadena hotelera ya tiene elegido al director y al departamento de marketing, que será crucial a la hora de atraer clientes.

Además de las clásicas comodidades de los hoteles y de una cafetería abierta al público, el establecimiento, de 80 habitaciones repartidas en siete plantas, contará con un gimnasio para los clientes y dispondrá de tablets para prestarles en sus paseos por la ciudad.

Para el restaurante, el hotel quiere contratar a cocineros vascos, que presten especial atención al producto local, así como a su calidad, según explicó Catalán a este periódico.

La cadena hotelera Zenit tiene en la actualidad 25 hoteles, la mayoría en el Estado español, aunque también dispone de uno en Andorra, otro en Lisboa y otro en Estambul. La entrada en Euskadi, comenzando por Donostia, ha sido uno de sus objetivos en los últimos tiempos.

A pesar del retraso en la apertura sobre la fecha inicialmente prevista, el hotel de Morlans se está levantando en un tiempo récord. El hecho de que el sótano ya estuviese construido ha permitido ahorrar tiempo, según la cadena hotelera.

El establecimiento Zenit San Sebastián será el décimo segundo hotel de cuatro estrellas de la capital guipuzcoana. Solo el hotel María Cristina se encuentra por encima de esta categoría, con cinco estrellas. La mayor parte de los hoteles clásicos de la capital guipuzcoana tienen cuatro estrellas. Por ejemplo, el hotel de Londres, el Orly, el Monte Igeldo, el San Sebastián y el Costa Vasca.

Otros más modernos también se enclavan en esta categoría. Por ejemplo, el Villa Soro, en Ategorrieta; el Aranzazu y el Hesperia, en El Antiguo; el Astoria y el Amara Plaza, ambos en Amara; y el Palacio de Aiete.

La recalificación del convento de San Bartolomé para acoger otro alojamiento similar podría añadir un establecimiento de alta categoría más en pleno centro de Donostia. Además, la capital guipuzcoana posee numerosos hostales y pensiones de clases inferiores que también ofrecen adecuadas habitaciones a los visitantes.