Donostia - Máquinas de obra iniciaron ayer el derribo del cuartel de la Policía Nacional en Aldapeta, en cuyo solar se levantarán nuevas viviendas que forman parte de los planes de reforma del cerro de San Bartolomé. Los trabajos de demolición del edificio tardarán unos días y, una vez finalizados, comenzarán las tareas de excavación de los posibles restos arqueológicos que, según se presume, se encuentran en el subsuelo de lo que ha sido durante décadas la entrada al edificio.
En concreto, la excavación, que correrá a cargo de la empresa Arkeolan tratará de hallar vestigios del claustro de una iglesia del siglo XVI, parte de los cuales aparecieron en Villa San Antonio. El concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran, que asistió al comienzo del derribo del cuartel, recordó que los restos históricos de la zona se ubicarán en la futura plaza que se construirá en la zona más alta del cerro, junto al convento que se convertirá en hotel.
El cuartel de la Policía Nacional en Aldapeta fue construido en 1945, por lo que lleva en pie 69 años. Ha servido como residencia de agentes policiales, que cuentan también con otro edificio más moderno en la calle Amara. El viejo cuartel, obra del arquitecto Romualdo de Madariaga, está vacío desde hace un mes, cuando sus ocupantes se trasladaron a las modernas instalaciones puestas en marcha junto al río Urumea, en la zona de Aldunaene.
El cuartel policial tenía una planta de 53 por 14 metros y cuatro pisos. Se hallaba en muy malas condiciones, con alguno de sus materiales deteriorados, según se pudo comprobar ayer en el inicio de la demolición.
Junto a este edificio se encuentra otro conjunto de viejas casas del mismo Alto de San Bartolomé. La mayor parte de sus moradores ya no residen en ellas aunque aún quedan tres familias que viven en estos pisos, por lo que la sociedad mixta San Bartolomé Muinoa seguirá negociando para hallar una ubicación que convenga a todas las partes. No en vano, este edificio será el siguiente en ser demolido para cumplir con los planes urbanísticos diseñados.
nueva calle En concreto, tanto el solar del cuartel como el de las viviendas contiguas del Alto de San Bartolomé quedará ocupado en el futuro por el final de la calle Estella-Lizarra, parte de la cual existe ya en la actualidad y que, una vez terminada, atravesará el renovado barrio de Amara Zaharra. Comenzará como una prolongación de la calle Larramendi y finalizará en el solar del cuartel del Aldapeta, en conexión con la cuesta del mismo nombre. Aunque el final de esta calle ya está, pues, avanzando, aún no ha comenzado a ejecutarse el inicio, que partirá en la calle Easo, en concreto, de la esquina en la que se ubica la Casa de Baños. Para abrir esta calle, habrá que retirar la fachada protegida de la Casa de Baños y derribar tres edificios: los de la calle Easo 22, así como los de la plaza Easo 1 y 2.
La apertura de esta futura vía desde la calle Easo dará comienzo a finales de año, según avanzó el gerente de la sociedad San Bartolomé Muinoa, Martin Arregi.
Por su parte, Burutaran recordó los avances en el planeamiento urbanístico que se están desarrollando en los últimos meses, con el fin de destinar el convento a usos hoteleros y no residenciales, como estaba previsto. Los cambios también prevén que la ladera que une la cuesta de Aldapeta con el convento cuente con una escalera en forma de zig-zag, que dará pasos a distintos descansillos destinados a zonas de esparcimientos. Los detalles de la operación fueron explicados el pasado lunes en la reunión que tuvo lugar con los vecinos de la zona.
Pisos nuevos. En total, el nuevo entorno de San Bartolomé acogerá 516 viviendas, parte de las cuales ya están construidas y ocupadas.
Espacios libres. Además de las plazas interiores, como la de Arroka, la nueva
ordenación contempla 14.500
metros cuadrados de espacios
libres en las terrazas de acceso al
convento y la plaza situada en la zona alta de San Bartolomé.
Aparcamientos. Está previsto vaciar el cerro por dentro y crear unos 200 aparcamientos y espacios comerciales. La zona, además, contará con una boca de metro para conectar con la futura estación del centro.
El concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran asistió al derribo del cuartel, que calificó también de momento “histórico”. Asimismo, destacó la importancia del gesto, que permitirá seguir construyendo las viviendas proyectadas.
24
La operación de regeneración del cerro de San Bartolomé comenzó a gestarse en 1990, es decir, hace 24 años. Los primeros planes fueron modificados por los tribunales, que obligaron a proteger el convento y la Casa de Baños.
Cuatro años de obras. 20 años después del inicio de los trabajos urbanísticos, arrancó la obra en 2010.