donostia - Dos enormes grúas toman esta semana el relevo de los trabajos a ambos lados de la desembocadura del Urumea. La del espigón se ha estado montando estos últimos días y hoy se instalará la del paseo de Salamanca. La labor de ambas será la colocación de los grandes bloques de piedra que cubrirán el hueco abierto por el oleaje, en el caso del dique de Gros, y que reducirán la fuerza de las olas al otro lado del río.

Las obras, que acumulan semanas de retraso, dejarán una nueva fotografía este verano para quien pase por el puente del Kursaal o alrededores, con dos grandes brazos de hierro a cada lado del río. Aunque estaba previsto que los trabajos acabaran en julio (a principios en el caso del espigón y a finales de mes en el caso del paseo de Salamanca), los trabajos continúan y las previsiones que maneja la dirección de Costas, responsable de ambas intervenciones, son que concluyan a finales de agosto o principios de septiembre, por lo que las máquinas convivirán con los bañistas y turistas todo el verano. Precisamente por eso, el Ayuntamiento de Donostia se ha mostrado molesto con el retraso, por la mala imagen que las obras dan de la ciudad en plena temporada estival.

cierre parcial dos semanas Mientras una de las grúas comienza a trabajar en el espigón, la otra se colocará hoy en el paseo de Salamanca. La maquinaria se apoyará en la carretera, a la altura del último bloque de viviendas, y ocupará prácticamente todo el ancho de la calzada, lo que supondrá el cierre parcial del paseo: por ese tramo no podrán circular ni peatones ni bicicletas, aunque podrán acceder al Paseo Nuevo por la calle San Juan. Los vehículos se desviarán por encima de la acera para esquivar la grúa y se les dará paso alternativo en una dirección y otra.

La gran grúa se moverá unos metros a lo largo de las próximas dos semanas, que es el plazo previsto por Costas para completar su trabajo, de manera que los últimos días estará instalada justo a la altura del final de la calle San Juan, junto a la sede de la Sociedad Fotográfica. En ese punto los vehículos también tendrán que adentrarse unos metros en la citada calle para bordear la grúa. En total, en el paseo de Salamanca se están colocando hasta 1.000 bloques de piedra en un saliente construido junto al muro con el objetivo de que se reduzca considerablemente la fuerza con la que impactan las olas. Concretamente, está previsto que las olas entren al Urumea con un 30% menos de fuerza y, si rebasan el muro del paseo de Salamanca, lo hagan con un 70% menos de energía.

En el caso del espigón, la intervención prevé colocar unos 600 bloques de piedra caliza, cada uno de unas 30 toneladas, para recuperar su perfil. De momento, algunos de esos bloques esperan en la arena a ser colocados. De todos modos, está previsto que la próxima semana los trabajos paren unos días con motivo de la celebración del Jazzaldia (del día 23 al 27). Una vez reanudados, tendrán todavía algo más de un mes de trabajo por delante, según las previsiones de la Dirección de Costas.