aia - Este año se cumplen 20 años desde que vino a Aia a trabajar. El donostiarra José Almandoz se encarga del mantenimiento de las 5.500 plantas diferentes que visten el Jardín Botánico de Iturraran. Un lugar hermoso, que en primavera alcanza su plenitud y recibe un evento anual que cuenta con miles de visitantes. Un año más, el sábado y el domingo se podrán observar todo tipo de especies en la Feria de Plantas de Colección.

¿Cuándo se creó el Jardín Botánico de Iturraran?

-En invierno del año 1986. Fue una cosa un poco experimental y fundada por Paco Garín, anterior jardinero y director de Iturraran, quien comenzó a poner unas cuantas plantas en este terreno. Poco a poco se fue convirtiendo en un arboreto (colección de árboles) y con los años la plantación fue creciendo y hace 20 llegué yo.

¿Qué aportó usted a Iturraran?

-Quizá un sentido más ornamental, porque era un jardín más rectilíneo, con árboles... Comenté a Paco que el lugar necesitaba más color y unos senderos que no estaban hechos. Pensé en curvas e isletas con plantas. Es un jardín salvaje; de las 20 hectáreas de superficie, quince están ajardinadas y el resto es bosque autóctono.

¿Qué peculiaridades tiene?

-Hay un poco de todo, casi cerca de 5.500 plantas diferentes. Pero, sobre todo, nos centramos en especies silvestres. Ofrece unas colecciones muy importantes en algunos géneros como en robles, la colección estrella. Contamos con algunos ejemplares únicos en Europa, sobre todo en robles centroamericanos. La gente queda maravillada porque es raro verlos fuera de Costa Rica, sur de México, Guatemala... y casi fructificando. También tenemos una colección de hayas y de magnolias, mi árbol favorito.

¿Antes de traer la especie a Aia saben si se desarrollará?

No. Hay mucha experimentación y a veces, se arriesga un poco. Paco trajo unas cuantas bellotas de Costa Rica que se han desarrollado aquí y tenemos intercambios con jardines botánicos también. Pero hay cosas que funcionan y otras no. Tenemos por ejemplo, un arbolito chileno, el Embothrium coccineum que está ahora en flor. Pero lo hemos intentado muchos años hasta que lo hemos puesto en una zona donde está contento. El espacio del jardín es bastante irregular y con pocas zonas llanas. Eso dificulta la tarea, pero es más fácil encontrar nichos donde las plantas estén más protegidas. Con el clima de Iturraran presumimos de un abanico muy completo. El único factor que me desespera es el viento...

¿Cómo surgió la idea de organizar una feria?

-Estuve visitando la Feria de plantas originales y de colección de Gaujacq (sur de Francia), donde llevan años celebrando el evento. El entonces responsable de la Diputación, Iñaki Aizpuru preguntó si sería posible hacerlo en Iturraran. Así, comenzamos a colaborar con los responsables de la feria francesa y hace doce años se decidió organizar una vez al año la Feria de Plantas de Colección de Aia, que sirve de escaparate, no solo para el jardín, también para la zona.

Se apostó por algo diferente y resultó...

-Sí y para eso necesitábamos viveristas que también fueran coleccionistas. En el primer año solo había en Francia. Pero poco a poco hemos ido mejorando y se les exige mucho en el etiquetado. La gente quiere saber el género, la especie, el origen, los cuidados... muchos son clientes habituales que antes de la feria ya han hecho unos cuantos pedidos. Se ha establecido una relación muy bonita, incluso entre los propios viveristas que hacen sus intercambios.

¿Cuántos viveristas participarán en la edición de este año?

-Un total de 46, de los cuales 20 son franceses, uno italiano, con sus bulbos de flor, que es increíble que venga de tan lejos y también de Catalunya, el propio País Vasco, Andalucía...

¿Y qué especialidades se podrán encontrar?

-De todo. Desde árboles, arbustos de colección, arces, camelias, plantas carnívoras, tomates y pimientos especiales, hierbas aromáticas hasta cactus, orquídeas... Siempre tenemos alguna novedad y este año nos vienen desde Málaga con bromelias, unas plantas semitropicales muy bonitas y otro viverista de Bizkaia mostrará helechos que cultiva sobre tejas. La gente que viene repite. Hay muy buen ambiente. Es una feria sencilla pero se ha convertido en una cita importante y que muchos tienen marcada en el calendario. Aunque estos últimos años hemos tenido bastante mala suerte con el tiempo. Esperemos que se porte el sábado y el domingo, porque los agroturismos y restaurantes se llenan y dinamiza mucho todo el entorno. El mejor año llegamos a tener unas 10.000 visitas. En la pasada edición tuvimos visitantes incluso de Canarias. Aunque muchos son madrileños y catalanes

¿Habrá cambios en la organización?

-Al no tener parking, funcionamos con autobuses lanzadera que hasta ahora cogían a los viajeros en Txurruka (Orio). Pero debido a un desprendimiento, el aparcamiento estará ubicado en el polígono de Ubegun, en Aia. También se podrá aparcar en el Casco del mismo municipio. El autobús es gratuito y te deja a la entrada del jardín. Para ver la feria habrá que pagar cuatro euros y estará abierta de 10.00 a 18.00 horas. Tampoco faltarán los talos y la sidra.