Donostia - Los tres partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Donostia han presentado un total de 110 enmiendas a la ordenanza de terrazas, que recibió la aprobación inicial del Pleno el pasado mes de julio, con el voto en contra del gobierno de Bildu y en medio de las protestas de una veintena de ciudadanos de la Parte Vieja, que calificaron la normativa aprobada de "fraude social".
Tras aquella primera redacción, el Ayuntamiento recibió una enmienda a la totalidad de la asociación Parte Zaharrean Bizi, además de numerosas objeciones de personas particulares, en favor restringir los permisos para instalar en las calles mesas y sillas de hostelería, con el fin de reducir las molestias a los residentes.
Estas objeciones han sido tenidas en cuenta por el Ejecutivo de Juan Karlos Izagirre, que el pasado viernes aprobó una nueva redacción, más restrictiva para las terrazas, lo que ha provocado el contraataque de los grupos de la oposición, que consideran que la hostelería, con normativas y controles, no genera los problemas señalados por algunos vecinos y produce riqueza para la ciudad, además de ingresos para el Ayuntamiento. Se calcula que el sector supone el 7% del PIB de Donostia y ofrece 4.000 empleos. Además, el pasado año las arcas municipales recibieron más de 800.000 euros por las terrazas.
En este contexto, las formaciones PSE y PP del Ayuntamiento presentaron ayer de modo conjunto las 55 enmiendas que defenderán en el Pleno del próximo mes, en contra del texto aprobado por el Gobierno de Bildu. Tanto la concejala socialista, Susana García Chueca, como el portavoz del PP, Ramón Gómez, aseguraron que el Ejecutivo ha asumido las propuestas ciudadanas por ser "de sus amigos". Para García Chueca, "una vez más, Bildu se ha plegada a las demandas de su gente, despreciando el esfuerzo que muchos hosteleros están haciendo". Asimismo, negó que el sector "se esté forrando con las terrazas".
Por su parte, el portavoz del PP recalcó que las enmiendas presentadas de modo conjunto con los socialistas tratan de "equilibrar el derecho al descanso vecinal con el apoyo al sector hostelero". Asimismo, criticó que el texto aprobado por Bildu la pasada semana "ha suprimiendo de un plumazo y sin consideración quince artículos que habían sido aprobados en el Pleno", con los votos de ambas formaciones y el PNV, es decir con 19 de los 27 miembros de la Corporación.
recintos cerrados Gómez concretó, por ejemplo, que el texto del gobierno municipal defiende que no se otorguen más permisos a las terrazas cerradas, que se extinguirían cuando concluyan sus licencias. Este caso afecta a establecimientos como el Txuleta, la Cueva, el Va Bene del Boulevard o el Basque, además de algunos otros. Para el PSE y el PP, este tipo de terrazas cerradas, en lugares amplios (de anchura mayor a siete metros), no molestan a los vecinos y, por el contrario, permiten ofrecer un servicio en ciudades lluviosas como Donostia.
Las enmiendas conjuntas de ambas formaciones se dirigen también a permitir que una terraza ocupe hasta el doble de espacio de fachada, y no solo la correspondiente al local hostelero, como propone Bildu. Otro caballo de batalla de socialistas y populares será eliminar la obligación de mantener una distancia de las terrazas con los bordillos de la acera de 30 centímetros allí donde se aparque en línea y de 60 donde se haga en batería. Esta última novedad podría reducir drásticamente las terrazas del barrio de Sagüés, según criticaron.
Por su parte, el PNV anunció que ha presentado 65 enmiendas contra el texto de Bildu y lamentó que su articulado "pretende contentar a Sortu de la Parte Vieja" y que obliga a los demás grupos a volver a presentar en forma de enmiendas las iniciativas que ya se aprobaron en julio. "Entonces nos quedamos satisfechos porque se incluyeron el 97% de las propuestas que habíamos presentado, pero este cambio nos obliga a volver a hacer todo el trabajo", aseguró el corporativo Juanra Viles.
El edil jeltzale recordó que eliminar la posibilidad de mantener los recintos cerrados, por ejemplo, es una "vuelta atrás" y así como la reducción a dos temporadas, el verano y el resto del año, cuando estaba estipulada una temporada intermedia, que también resulta interesante para algunas locales con terrazas.
Temporadas. El Gobierno de Bildu quiere dividir el año en dos temporadas: el verano y el resto. Los demás partidos reclaman tres periodos: uno corto (correspondiente al verano), uno largo (de Semana Santa al 31 de octubre) y todo el año. Cada temporada tendría distintos precios.
Horario. El horario de cierre es uno de los caballos de batalla de unos y otros. Bildu, por ejemplo, reclama que las terrazas tengan que cesar su actividad, y tener todo recogido, a las 23.00 horas de lunes a jueves y a las 24.00 los viernes, sábados y vísperas de festivos. PSE y PP reclaman media hora más de licencia y otra media para recoger.
Bordillos. Según la propuesta del gobierno municipal, las terrazas deberán alejarse 30 centímetros de los bordillos en los que se aparque en línea y 60 en los que se haga en batería.
Paneles antiviento. Mientras el Ejecutivo local pide que no se permitan, los demás abogan por autorizarlos si se retiran todas las noches.
Mesas altas. La propuesta de Bildu es que no se puedan colocar en calles con una anchura menor a los seis metros, mientras que el resto reduce esta distancia.