"No hay que ser un entendido para comprar arte, es suficiente con que te guste lo que ves"

Tolosa. Donostiarra de nacimiento, lleva quince años en Tolosa, donde ya ha echado raíces. Garikoitz Murua asegura sentirse cómodo en Tolosa, un pueblo que le gusta, "porque tiene personalidad y una pizca de orgullo". Su galería de arte y tienda conceptual está convirtiéndose en un referente y defiende que Tolosa debe reinventarse, transformarse. "Se está quedando sin industria y debe convertirse en una ciudad de servicios, y creo que lo estamos haciendo bien", sostiene.

¿Qué supone para GKo recibir este premio de la Cámara de Comercio?

Consideramos que nos va a ayudar para que la sociedad entienda que, aunque el nuestro sea un formato especial, el trabajo que hacemos es serio y que tiene un nivel mayor. En sí tiene nivel, pero quizá no es lo que se percibe desde fuera. Tenemos claro qué es lo que queremos hacer en los siguientes cinco o diez años y que nos den este premio justo ahora supone reconocer la labor hecha hasta ahora y fortalecernos para seguir.

GKo nació en 2008, ¿cuál era el planteamiento inicial?

Queríamos un espacio de encuentro para trabajar. Pintábamos en la calle y queríamos hacer algo para poder vivir de ello. Abrimos una galería, pero sin saber muy bien cómo funcionaba un comercio o una empresa. Veíamos que había un vacío en Tolosa y en Euskal Herria, y era un momento clave. En realidad, desde aquel planteamiento inicial ha habido un montón de cambios.

En 2011 abrieron una oficina en Chile, ¿verdad?

Vimos que nos estábamos convirtiendo en un referente y Kamilo, uno de los socios de GKo abrió un showroom en Santiago. Hoy en día estamos haciendo una labor de agencia para la representación de los artistas, promocionando la cultura, el arte, Euskal Herria, organizando actividades... El campo de trabajo se ha ampliado mucho, cuando al principio empezamos con el graffiti. Nuestro mercado, el del street art o arte urbano es un mercado muy nuevo.

¿Qué presencia tiene el 'street art' en Euskal Herria?

Estamos retrasados diez años en el street art. A nivel estatal hay menos de cien artistas que viven de este arte y habrá quince galerías, no más. Las galerías convencionales también han comenzado a mirar de reojo al street art, porque está pisando fuerte y la publicidad lo utiliza mucho. Creo que no habrá ningún otro movimiento artístico que en tan poco tiempo haya conseguido tener tanta repercusión. Nosotros trabajamos el street art, pero promocionando a los artistas vascos. Es un buen momento, porque hay una generación nueva de artistas vascos muy buena.

¿La gente compra 'street art'?

Cuesta mucho. Quien tiene un poder adquisitivo medio-alto compra arte clásico u obras de artistas de los cuales tiene alguna referencia. A nosotros, seguramente, nos comprará la siguiente generación. No es cuestión de dinero, es cuestión de cultura. La gente se gasta un dinero en grandes superficies para comprar una lámina y nosotros aquí tenemos originales y copias de un montón de artistas.

¿Están recibiendo más visitas al haber recibido ahora el premio?

Sí, con el boom del premio está viniendo gente a preguntar qué hacemos y con qué artistas trabajamos. En realidad no hay que ser un entendido para comprar arte, es suficiente con que te guste lo que ves.

Hace algunos años sería impensable ver un 'concept store' o tienda conceptual en Tolosa, ¿verdad?

Cuando abrimos el primer local de la calle Mayor la gente pensaba que éramos ocupas, que estábamos de obras... Tolosa está perdiendo su industria y creo que tendremos que reconvertirnos en una ciudad de servicios. Nosotros vendemos Tolosa, y vemos que cuando llegan turistas les gusta lo que hacemos.

Gracias al proyecto Tolosa Merkat han iniciado una nueva etapa.

Ahora, en este segundo local somos un concept store y también galería. Vendemos un estilo de vida, un tipo de prenda, obras de arte... es un formato muy abierto. Dentro de Tolosa Merkat teníamos que demostrar nuestra viabilidad y en estos momentos la tienda supone un 60%. Vendemos productos de artistas y artesanos vascos, pero el objetivo es siempre no perder la identidad.

¿Quién más está detrás de GKo?

GKo tiene dos socios, Kamilo Rodríguez y yo, y tenemos colaboradores. Kamilo decidió abrir una oficina en Santiago de Chile. Latinoamérica es un mercado emergente y culturalmente está absorbiendo todo lo que está llegando. Kizkitza Lasa y Aritz E. Murua completan ahora el equipo. En un futuro podrán estar otras personas que recojan el espíritu de GKo.