El Ayuntamiento impondrá severas multas a quienes accedan al Paseo Nuevo
llegarán hasta los 600 euros por entrar y a 3.000 por manipular los vallados El Gobierno confirma que el cierre del recorrido durará hasta el 30 de junio, con el fin de asegurar las laderas de Urgull
Donostia. El Ayuntamiento de Donostia impondrá severas multas para evitar que nadie acceda al Paseo Nuevo, que permanecerá cerrado hasta finales de junio, según las previsiones, para acometer una obra integral en las laderas, que aleje el peligro de desprendimientos de modo definitivo.
Así lo anunció ayer la concejala de Infraestructuras y Servicios, Nora Galparsoro, que concretó que las sanciones por manipular los vallados que cierran el paso al itinerario costero podrán ascender hasta los 3.000 euros, mientras que las sanciones por pasar al interior del paseo podrán llegar hasta los 600. Galparsoro explicó que alterar los vallados puede acarrear daños a terceras personas, que entren al paseo tras encontrar un paso abierto, por lo que la situación resulta más grave.
La corporativa de Bildu recalcó que la seguridad de la población "ha sido la principal razón del cierre" e hizo un llamamiento a la ciudadanía para que actúe "con responsabilidad" y nadie bajo ninguna circunstancia acceda al lugar. "Si hemos decidido cerrar el Paseo Nuevo -añadió- es porque los informes aconsejan que lo hagamos por los peligros de desprendimientos".
El fallecimiento de un joven donostiarra en agosto, cuando le cayó una piedra en las inmediaciones de la ladera que estaba siendo reparada por desprendimientos anteriores, no es ajeno a la drástica actuación municipal en este momento.
Así, las verjas provisionales instaladas desde el pasado viernes, cuando se produjeron desprendimientos en la zona del Aquarium, que alertaron de la situación, se cambiarán por un cerramiento más estable, que aguante sin problemas todo el invierno. Además, quedará cerrada la rampa de acceso al paseo de los curas de Urgull, desde la zona del Paseo Nuevo más cercana al restaurante Bokado, con el fin de que este punto no se convierta en un vía de entrada al Paseo Nuevo.
paso controlado Este camino, sin embargo, podrá ser utilizado de modo controlado por los servicios de suministro del restaurante Bokado y de transporte de los almuerzos que se sirven en la ikastola Orixe. Sus responsables dispondrán de una llave para poder acceder por el lugar.
El cierre del Paseo Nuevo se alargará hasta el 30 de junio, como explicó el Gobierno municipal a los demás grupos políticos el pasado viernes, ya que serán necesarios unos cinco meses de obras. La previsión contempla adjudicar los proyectos por el procedimiento de "imperiosa urgencia" el 11 de diciembre y, tras los trámites administrativos pertinentes, iniciar los trabajos a lo largo del mes de febrero.
Los trabajos costarán 1,2 millones de euros aproximadamente, según destacó Galparsoro, quien recordó que el Consistorio ha tenido que gastar este año otros 1,5 millones a causa de los distintos desprendimientos registrados en las laderas de la ciudad, tras las lluviosas estaciones de invierno y primavera pasados.
El ritmo de las obras dependerá, en buena medida, de la climatología reinante, ya que se instalarán grandes grúas para trabajar en las laderas y estos aparatos tienen prohibido trabajar con fuertes vientos, con el fin de preservar la seguridad de los trabajadores.