Síguenos en redes sociales:

"Me gustaría que el público sintiese lo que le estoy contando en mis canciones; provocarle sentimientos"

La puesta de largo del primer disco de Josu Zubia será el viernes en el gazteleku (22.30 horas). 'Argitzal' es el título del trabajo discográfico que ha lanzado el cantautor oñatiarra donde habla de sus sentimientos y vivencias. A la presentación en casa le seguirán otros conciertos

"Me gustaría que el público sintiese lo que le estoy contando en mis canciones; provocarle sentimientos"to: a.d.

oñati. Acude a la entrevista con la guitarra colgada al cuello. Su inseparable compañera de viaje. Su cómplice en numerosas batallas. Pasado mañana, Josu Zubia presentará su primer disco. Cuenta las horas para la gran cita. Sin embargo, no será su debut en los escenarios. Su coqueteo con la música y otras disciplinas viene de lejos. Y es que a sus 19 años este oñatiarra es un todoterreno. Polifacético donde los haya: cantautor, voz de Oñatiko Ganbara abesbatza, director de los coros del proyecto Ikastetxeak kantari, además de payaso, mago y estudiante de Magisterio en Educación Primaria. No sabe lo que es estar de brazos cruzados. Le gusta "conectar" con el público. En estas líneas, Zubia habla de su primera aventura discográfica. Lo hace sin perder la sonrisa.

¿Ilusionado con tu primer disco?

Sí, mucho. Estoy muy contento con el resultado.

Antes de desgranar los detalles de este proyecto, hablemos de cómo y cuándo descubriste tu afición por la música.

Desde siempre me ha gustado cantar. Desde pequeño. En cuanto a la guitarra, en casa teníamos una vieja a la que le faltaba una cuerda. Yo solía enredar con ella. Hasta que un día fui a casa de un tío mío, que sí sabe tocar este instrumento, y me enseñó cuatro acordes. Así me tiré un montón de tiempo, pero la cosa fue a más. Me enganché (sonríe).

¿Cómo surgió la posibilidad de editar 'Argitzal'?

He ofrecido bastantes conciertos, incluso había gente que me preguntaba por qué no me animaba a embarcarme en este proyecto. Lo cierto es que tenía compuestas más de 14 canciones y, en un principio, pensé en la opción de grabar una maqueta con cuatro o cinco temas. Pero como tenía repertorio suficiente para un disco, me lancé a la piscina (se ríe). Casualidades de la vida, el estudio en el que he grabado -Ame estudioak de Mutriku- dejó su propaganda en el gazteleku, la cogí, llamé y les gustó mi propuesta.

¿Qué tal la experiencia de grabar en un estudio?

Comenzamos con la grabación a mediados de junio. Por así decirlo, no soy ningún experto en música, así que la experiencia ha sido si cabe más enriquecedora. Tuve que adaptar todas las canciones a la claqueta -el sonido repetitivo a una velocidad determinada que marca el ritmo al que deben ser interpretadas todas las notas que forman una composición musical-, e incluso, grabarlas dos veces por motivos de sonido. He aprendido mucho.

¿Cuántos temas recoge el disco? ¿De qué hablan tus canciones?

He incluido diez temas míos, además de un bertso de Andoni Goitia y Xabi Pascual. No me atrevo a encasillarme. Mi música surge de algo. Son sentimientos y vivencias propias. El mensaje que yo transmito lo hago a través de la música. Mis canciones hablan de amor, desamor, alguna de rabia porque en ese momento era lo que sentía y quise sacarla fuera... Al principio me hice una promesa de que no escribiría canciones de amor porque estaba demasiado visto. Pero no he podido (se ríe). Recuerdo una frase que se la he escuchado decir a Sabina: "las mejores promesas son aquellas que no hay que cumplir".

¿Por qué 'Argitzal'?

Se iba a llamar Argia, pero después de pensarlo bien opté por el juego de palabras argia (luz) e itzala (sombra). El disco tiene una introducción en la que se explican ambos conceptos: una persona que es dueña de su identidad puede ser la luz para otros, pero detrás de esa luz siempre hay una sombra.

Has contado con diferentes colaboraciones.

Así es. Además de la guitarra, hay otros instrumentos como la batería que corre a cargo de Axular Arizmendi de Ame estudioak, mientras que en el bajo están Ander Etxaniz e Izar Biain, en el acordeón. También se incluyen las voces de Naroa Zumalde, que es miembro de Ganbara Txiki, y de Oñatiko Ganbara abesbatza, que participa en dos temas. El texto del prólogo del disco es de Andoni Salamero.

¿Qué es lo que buscas despertar en el público?

Con muchas de las canciones que escucho no me siento identificado y de ahí, surge una necesidad. La música es la vía de expresión de mis sentimientos y me gustaría que el público sintiese lo que le estoy contando. Provocarle sentimientos, en definitiva. Mis conciertos son en un ambiente cercano y acogedor. El disco está pensado para todo tipo de público.

En el concierto del viernes no subirás solo al escenario. ¿Quiénes te acompañarán?

Actuará también la cantautora Lorea Intxaurrandieta (Lezo) con quien coincidí en el concurso de canciones que organiza Euskal Kantuzaleen Elkartea (en 2012 Zubia quedó tercero en este certamen). En mi caso, me acompañarán Josu Murua, Maikel Tomé, Izar Biain, Miren Fernández y Ganbara abesbatza.

¿Qué te da la música?

Muchas cosas. Tranquilidad, la opción de desconectar, una vía para expresar mis sentimientos...

Pero aún hay más. También eres miembro del dúo de payasos Potx eta Motx.

Así es. Con esta iniciativa llevamos unos dos o tres años. Hacemos humor pero, al mismo tiempo, lanzamos un mensaje para los adultos. En los espectáculos de este año les hemos invitado a reflexionar sobre la forma de estudio basada en memorizar; una práctica que hay que evitar en los niños, porque si se olvida lo aprendido de nada sirve el aprendizaje. Amaia Igartua es mi compañera en esta aventura, a la que también se suma Itziar Arkauz con diferentes personajes.

¿Y la magia?

De momento, la he aparcado. Son demasiadas cosas y ahora quiero centrarme en la música. Algo seguiré haciendo, en petit comité.