Donostia. El Gobierno de Bildu se encuentra estos días a la espera de recibir un informe interno de los técnicos municipales con el objeto de tomar una decisión respecto al edificio del Bellas Artes. Su propietaria, la empresa Sade, solicitó la pasada semana al Consistorio que tramite la ruina del edificio, por considerar que se encuentra en malas condiciones. También pidió que, para evitar problemas de seguridad, autorice derribar algunos elementos en mal estado, entre ellos la cúpula, o que, en caso contrario, permita vallar el perímetro del edificio.
Fuentes del Gobierno municipal manifestaron que, una vez recibido el informe, tomará alguna decisión al respecto, ya que no desea que se produzca una situación de riesgo para los viandantes.
Precisamente ayer, los grupos municipales del PNV y el PP presentaron sendas iniciativas al próximo Pleno, con el fin de urgir al Ejecutivo de Juan Karlos Izagirre a que tome una decisión en torno a esta edificación. Como se recordará, el viejo cinematógrafo cerrado desde hace tres décadas presenta un grado de catalogación en el Plan General vigente que impide su derribo.
Sin embargo, el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbano Construido (Peppuc) le otorga un grado D, que permitiría su derribo para la posterior construcción de un edificio muy similar, en este caso, destinado a hotel, como pretende la Sade. Este plan recibió en primavera el visto bueno del Gobierno de Bildu y del Pleno, pero su tramitación no avanza. Faltan aún distintas alegaciones por contestar y precisamente el edificio del Bellas Artes es el que más controversia presenta ya que hay objeciones a favor y en contra de la posibilidad de derribarlo, que se encuentran si responder.
"¿Qué grado de protección?" En este contexto, la interpelación de los jeltzales pregunta "cuál es el motivo por el que el Gobierno municipal no ha determinado, hasta el momento, cuál es el grado de protección que propone para el edificio del Bellas Artes", con lo que retrasa la aprobación del Peppuc y mantiene la prohibición de derribo que deriva del Plan General.
Asimismo, cuestiona sobre el motivo por el que, hasta el momento, el Ejecutivo de Bildu "no ha adoptado ninguna solicitud para adoptar medidas de aseguramiento del edificio".
Los populares, por su parte, inquieren en su interpelación sobre si "está garantizada la seguridad" de los que pasan por la calle. Asimismo, preguntan: "En caso de producirse algún percance, ¿de quién sería la responsabilidad?".