Unos grandes castillos de colores colocados entre los árboles del parque de Araba llamaban la atención de los niños donostiarras. Muchos de ellos pasaron ayer largas horas saltando y jugando en estos llamativos hinchables. Fue una de las actividades infantiles programadas para ayer y resultó ser todo un éxito, ya que la atracción se llenó de niños y sus entradas, de padres que vigilaban a sus hijos.
Egoitz, de siete años, vive cerca del parque de Araba, así que se acercó a los hinchables con su madre. "El niño se entretiene y pasa un buen rato; es una de las mejores actividades infantiles que hay en la Aste Nagusia", comentaba su progenitora. Aun así, no era la única actividad que tenían planeada para estas fiestas. Dejaron claro que piensan aprovechar la semana para ir a todas las actividades que puedan: aerobic infantil, distintos eventos en la playa, las ferias e incluso actividades para mayores en los que pueda participar el niño.
Otra adulta pegada a los hinchables, Idoia, pensaba ir a las piscinas con los niños de la casa de acogida en la que trabaja. Pero cuando vio que había castillos neumáticos y, además, les pillaban de camino, no lo dudó. Acudió con tres niños para que jugaran un rato. "Aquí pueden estar a su aire y se divierten mucho", aseguró. Además, añadió que le parecía muy positivo que haya actividades gratuitas para los más pequeños. "Las ferias están muy bien, pero cuestan dinero y una vuelta no tarda mucho tiempo. En los hinchables, en cambio, puedes estar todo el tiempo que quieras", opinaba la monitora. En una época de crisis, considera necesarias actividades como esta.
Aparte de estas familias, mucha otra gente se acercó al parque de Amara. Las altas temperaturas calentaban el suelo de los castillos, pero eso no fue un impedimento para que niños y niñas no parasen de saltar. A la madre de Amaia, de cinco años, le contaron que habían instalado esta atracción. "Se lo dije a mi hija y quiso venir". Considera que durante el año es difícil saber qué hacer porque "aquí llueve siempre", se quejaba, por eso ahora van a aprovechar para ir a todas las actividades infantiles que se organicen.
taller de manualidades
Pollitos de lana y cartón
Otros decidieron una jornada más relajadas. Olatz, de Irun, dejó que sus hijos eligiesen entre los hinchables y el taller de manualidades. Estos se decantaron por lo segundo. Aun así, tienen previsto acudir a Donostia a disfrutar de otros actos. Eso sí, "siempre mirando a actos pensados para los niños", asegura Olatz.
Con dos discos de cartón y mucha lana, los niños que se encontraban en la plaza Vinuesa, enfrente de La Perla, hicieron unos pompones que, con la ayuda de trozos de cartulina, después se convirtieron en pollitos.
Julen, de dos años y medio, acudió al taller de manualidades con su madre. "No está haciendo mucho, me ayuda un poco", contaba la amatxo, que dijo que también irían a ver a los gigantes, ya que "Julen debe de ser uno de los únicos niños de su edad que no les tiene miedo; le encantan".
María, Paula y Masha, que también crearon pollitos de lana, se las arreglaron bien para hacer la manualidad. "Ya sabíamos hacer pompones de antes", dijo María, la mayor de todas, que ya había terminado de cubrir los discos de cartón con la lana. Después también pensaban acudir a otras actividades como los gigantes y pasarse algún día por las ferias. La programación infantil no parará durante la semana y las familias no dudan en ir a los distintos actos.