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El primer veraneante de Zarautz

la figura del abogado y político navarro pascual madoz será recordada hoy en zazpi kultur elkartea

El primer veraneante de Zarautz

La escultura realizada por Jorge Oteiza en 1970 y ubicada, casi escondida, en la calle Madoz de Zarautz, es el único rastro actual que recuerda a Pascual Madoz (1805-1870), abogado y político navarro que se enamoró de la villa costera y resultó el primer veraneante de la localidad. El eibartarra afincando en el municipio Javier Aguirregaviria lleva muchos años investigando a este personaje que, en su opinión, se merece un reconocimiento, "porque se preocupó de Zarautz en todos los niveles". Es por ello que se ha animado a impartir una charla que tendrá lugar hoy, a las 19.30 horas, en Zazpi kultur elkartea.

"Me gusta ocupar el tiempo y si es con historia, mejor. Cuando viajo trato de documentarme antes y hoy en día, con Internet, es muy fácil. Con Madoz he estado haciendo lo mismo", explica. El vecino jubilado destaca la etapa en la que el político navarro tuvo que exiliar a Francia, en 1831, por su ideología liberal progresista: "En Francia tuvo ocasión de conocer la Europa del siglo XIX, cuando España era un desastre. Al volver, al ser un hombre muy activo, se puso manos a la obra", indica. Así, escribió su obra más importante: Diccionario geográfico, estadístico e histórico de España y sus posesiones de Ultramar. "Es una obra impresionante de 16 tomos que retrata cómo estaba España en el siglo XIX. La vendió muy bien y eso le supuso mucho dinero. Fue una gran contribución a la ciencia", subraya el vecino.

Madoz fue ministro de Hacienda y también hizo dos leyes importantes: la desamortización de Madoz y la ley de ferrocarriles. Además, fue el primer urbanista de España. "Hizo la parte jurídica y financiera para expandir Barcelona y derribó la muralla", señala Aguirregaviria. Pero tuvo mal final y terminó arruinado, al romperse la burbuja inmobiliaria. Le embargaron la casa de Zarautz y la de Madrid.

En la charla, el vecino recordará todos estos aspectos, contextualizando al personaje en su época y destacando la relación tan estrecha que tuvo con Zarautz. "Todo esto lo hago por hobby. Leyendo la historia de Zarautz me encontré a este famoso individuo que hizo muchas cosas por el municipio y de forma altruista", subraya.

fascinado con zarautz

Impulsor de la industria

Madoz veraneó en Zarautz de 1846 a 1870. Para el año 1845, ya conocía las costumbres de Francia y los higienistas recomendaban los baños de mar para la salud. Él también buscó ese descanso, sobre todo, porque tenía una hija enferma y quería salir de la gran ciudad. Así, alquiló una casa en Zumaia. "Una vez se asomó a Santa Barbara y vio la playa de Zarautz. Entonces eran cuatro casas y un arenal inmenso. Le fascinó y se acercó. Alquiló el Palacio de Ayestarán (donde hoy está el batzoki). Le gustó y volvió al año siguiente", detalla el eibartarra.

Fue entonces cuando se animó a construir su casa con un jardín en Muskaria. Además, compró el arenal hasta San Luis, para crear huertas. "Es la primera referencia de una casa construida en Zarautz para el veraneo. Es posible que alguien hubiera venido antes, a tomar baños, los sobrinos de Narros, por ejemplo, pero Madoz se estableció aquí. Pienso que más tarde, muchos aristócratas vinieron a la villa por influencia de él", explica. Así, trabajó para modernizarla. "Zarautz estaba incomunicado y Madoz hizo carreteras, el puerto, trajo médicos... Estaba encantado con el pueblo, porque le acogieron fenomenal, a pesar de ser anticarlista. Tenía dinero y yo entiendo que era un buen hombre. Promocionó Zarautz en los periódicos con mucho cariño y destinó parte importante de su huerta para construir una fábrica de lino", recuerda. Pero Madoz también fue protagonista de un terrible suceso: "Su hija enferma murió en Zarautz. Resultó la primera bañista veraneante ahogada. Un golpe terrible para él". En 1894, el Ayuntamiento, para perpetuar su memoria, nombró la actual Nafarroa kalea Alameda de Madoz.

"Me gustaría que Zarautz recuperase la memoria de Madoz. Estamos continuamente hablando de la memoria histórica y creo que hay que contar también los acontecimientos positivos que ocurrieron. Hablar de gente que hizo cosas por el pueblo de forma desinteresada. Ese fue el caso de Madoz", concluye.