Tolosa. Ha sido bastión de los jeltzales tolosarras durante más de 80 años, pero una sentencia ha obligado al PNV a despojarse de su emblemático batzoki de la calle Zumalakarregi. A juicio de la junta municipal del PNV, "intereses especulativos y personales, negando la verdad y la historia" han provocado la situación, y con el objetivo de mostrar a los tolosarras "la verdad de lo sucedido y la cronología de los hechos" han editado un número especial de su revista. Los jeltzales cuentan ya con una nueva sede en la calle Inpernu, cuya inauguración tendrá lugar en sanjuanes.
La junta municipal del PNV denunció ayer el cierre del histórico Aberri Etxea o batzoki. "La avaricia y el ansia de dinero han conseguido lo que no consiguieron los 40 años de dictadura franquista", sentenciaron.
Hay que echar marcha atrás para recordar los inicios. El PNV consiguió la licencia de construcción del edificio en el año 1932. "Obtenida la concesión, los dirigentes del PNV de Tolosa de la época constituyeron la Sociedad Inmobiliaria Ureta SA con el único fin y sin otra actividad que la adquisición del solar y la edificación del batzoki, ya que la inseguridad política de aquella época no recomendaba ponerlo a nombre del PNV", explicaron, aclarando que "en ningún momento tuvo connotación mercantil". Después, en plena Guerra Civil, fue incautado por ser filial del PNV. Los componentes de la sociedad inmobiliaria no pudieron desarrollar ninguna actividad, viéndose en la tesitura de esperar tiempos mejores para poder reclamar sus derechos en nombre y representación del PNV.
"Tras el franquismo, la reactivación de Inmobilaria Ureta SA fue dejada en manos de los descendientes familiares de los accionistas fundacionales, en la creencia por parte del PNV de que la situación política no estaba suficientemente clarificada y que la fórmula nunca sería negada por estos descendientes", relatan los portavoces del PNV. "Lo que parecía que nunca podía ser negado por estar vivo en la memoria histórica de todos los participantes fue quebrado y traicionado, aflorando intereses especulativos y personales, negando la verdad y la realidad de la historia, y lo que es más grave, obviando el esfuerzo que hicieron sus antecesores", lamentaron los jeltzales.
El número especial de la revista Zurekin hace un recorrido fotográfico del "alma del inmueble de la calle Zumalakarregi, quedando patente la inmensa actividad en todos los campos de la cultura y política vasca de la que el emblemático edificio ha sido testigo". Los nacionalistas han agradecido a los miembros y simpatizantes del PNV que han hecho posible "el florecimiento del la cultura e identidad vasca de Tolosa".