Azkoitia. Licenciado en Geografía e Historia, Juan Bautista Mendizabal comenzó a escribir artículos "en prensa y en el programa de fiestas de Azkoitia" cuando apenas contaba con 18 años. Poco después fue uno de los fundadores de la Agrupación Cultural de su localidad natal. Viceconsejero y director de Turismo del Gobierno Vasco a lo largo de tres legislaturas "durante los gobiernos de Ardanza e Ibarretxe", Mendizabal, que ha trabajado profesionalmente en bibliotecas como la Foral de Bizkaia o la municipal de Azpeitia, también tomó parte en la puesta en marcha del centro cultural Koldo Mitxelena de Donostia. Ahora, el cronista local y responsable de la Fundación Oteiza asume un nuevo reto en la Bascongada.

El pasado 13 de febrero la Asamblea General de Gipuzkoa le eligió presidente de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País del territorio. ¿Qué supone este nombramiento para un azkoitiarra teniendo en cuenta que la entidad se fundó y mantiene su sede en su localidad?

Primero una especial emoción y luego el enorme respeto y responsabilidad que ello supone, sobre todo por la calidad de las personas que han sido y son miembros de esta sociedad.

¿Cómo afronta su nuevo cargo?

Partiendo de que tiene que ser un cargo compartido y con la intención de sacar el máximo aprovechamiento de los valores de todas las personas que componen la nueva junta directiva.

¿Cuál será su cometido?

Los retos de la nueva junta son seguir ahondando en lo que fue el principal objetivo de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, que en sus estatutos ya dice que los objetivos de esta entidad son cultivar la inclinación y el gusto de la Nación Bascongada hacia las Ciencias, Bellas Letras y Artes; corregir y pulir sus costumbres y estrechar más la unión entre los vascos promoviendo toda actividad, estudio e investigación que contribuya al progreso económico, social y cultural del país. Eso sí, actualizándolo. Y esto supone universalizar el mensaje y poner al servicio de todos el conocimiento heredado y el que se genere. Por ello, uno de nuestros principales retos será la apuesta por las nuevas tecnologías y hacer del palacio Intsausti un lugar donde se puedan consultar fondos bibliográficos vinculados a nuestra institución.

¿Cómo divulgan su labor?

Desde 1945 la sociedad cuenta con un boletín en el que se publican investigaciones diversas. Además, desde 1948 tenemos la revista anual y en euskera Egan, que no ha dejado de publicarse ni un solo año. También aprovechamos el conocimiento de los socios para dar conferencias y asesorar a entidades... incluso hacemos visitas guiadas al palacio Intsausti, donde tenemos una renovada biblioteca con más de 3000 obras.

Tendrá que compaginar su cargo en la Bascongada con el de cronista de Azkoitia y el de responsable de la Fundación Oteiza. ¿Ve problemas para compatibilizar esas funciones?

No. Soy un hombre bastante activo y que siempre ha tenido varios frentes abiertos. Creo que todos esos frentes tienen un factor en común: un inmenso apego al país porque ser Amigo del País trasciende del propio sentido de la amistad a un nivel de compromiso con Euskal Herria.

Hay quien ve la Bascongada como un ente elitista, anclado en el pasado y lejos de los problemas de la ciudadanía. ¿Qué opina?

Hay que decir que la Bascongada es la sociedad económica y cultural más antigua de Euskadi y del Estado y, efectivamente, en su origen estuvieron las elites del país como el conde de Peñaflorida, Altuna o el marqués de Narros. Pero gracias a su iniciativa de la difusión científica que se comenzó a extender a partir de la creación del Seminario de Bergara la entidad siempre ha estado muy unida a la realidad social.

¿De qué manera?

La Bascongada ha dado muchos brotes y de su seno han surgido desde el Museo histórico Naval al Aquarium de Donostia, la sociedad de ciencias Aranzadi, el Museo San Telmo, la Sociedad Fotográfica, la Cofradía Vasca de Gastronomía, la Academia Vasca de Derecho...

La Real Sociedad Bascongada se creó en 1764, por lo que en 2014 cumplirá 250 años. ¿Prevén celebrar esa efeméride con algún acto que pueda acercar la entidad a la ciudadanía?

El año que viene se celebrará el 250 aniversario con diversas actividades a las que están invitados todos los agentes del país porque la Real Sociedad Bascongada pertenece al patrimonio colectivo cultural vasco. Sin embargo, la conmemoración empezará este mismo año porque es ahora cuando se cumplen 250 años de la presentación en las Juntas Generales de Gipuzkoa del primer plan para regenerar el territorio en todos los ámbitos. La base de ese proyecto era la educación y aunque sí concitó buenas palabras no llegó a materializarse. Ese hecho dio pie a que este proyecto se hiciera extensivo a las provincias de Bizkaia y Araba, dando al plan de la sociedad un concepto supraterritorial bajo el lema del Hirurak bat, que nació en la casa de Intsausti el día de Navidad. Eso fue todo un símbolo de regeneracionalismo, es decir, de querer cambiar un país en plena crisis, lo que implicaba un cambio total de mentalidad.

La Bascongada siempre se ha considerado una entidad precursora de los valores de la historia contemporánea. ¿Qué puede aportar a la sociedad para salir de la crisis actual?

La fórmula que preconizaron hace 250 años los llamados caballeritos de Azkoitia sigue hoy más vigente que nunca, es decir, hay que fomentar la educación, el conocimiento del universo y la innovación, lo que va unido a la creación y la imaginación. Los caballeritos trajeron Europa a Euskadi sin perder nuestras señas de identidad y las nuevas generaciones actuales y venideras tienen que traernos el mundo entero".