PNV y EH Bildu acuerdan en Vitoria pedir a Lakua que rescinda los contratos para el Metro

Donostia. La mayoría del Parlamento Vasco, compuesta por el PNV y EH Bildu, aprobó ayer una enmienda conjunta para solicitar al Ejecutivo de Iñigo Urkullu que rescinda los contratos adjudicados para la construcción de los dos túneles que conforman la llamada pasante subterránea de Donostia, compuesta por los tramos Lugaritz-La Concha y La Concha-Morlans del denominado Metro de Donostialdea. El PSE-EE y el PP rechazaron esta posición.

La enmienda presentada por PNV y EH Bildu considera que este trayecto, proyectado por el anterior Ejecutivo de Patxi López, no es la solución "más adecuada" para la movilidad de Donostia y su entorno. Por ello, instan a "la resolución de las obras y contratos adjudicados, que no cuentan con los permisos y autorizaciones previos, ni están conveniados con las administraciones locales y la Diputación Foral de Gipuzkoa, ni cuentan con la financiación requerida para su ejecución integral".

Con la nueva posición del Parlamento Vasco, el proyecto de crear una conexión subterránea bajo el Centro y La Concha da un paso más en su desintegración. La pasante desaparece, aunque no la idea de conectar las dos líneas de EuskoTren, con el fin de evitar que los trenes tengan que llegar a la estación de Easo, como un fondo de saco, y volver a salir de ella.

"imposible" La mayoría parlamentaria se une así a la opinión manifestada por la consejera de Política Territorial, Ana Oregi, que aseguró que en la actual situación económica es "imposible" llevar a cabo la obra ya encargada, de un coste de en torno a 110 millones de euros, porque, entre otras cuestiones, el Ejecutivo carecería de dinero para completarla. Entre unas y otras actuaciones imprescindibles, se deberían consignar otros 80 millones de euros para que la conexión subterránea por el Centro entre las estaciones de Lugaritz y Easo, de algo más de un kilómetro de longitud y con otras tres paradas subterráneas por el camino, se convirtiera en realidad.

Si Lakua hace suya la voz del Parlamento, deberá compensar económicamente a las empresas Corsan Corvian, Altuna y Uria, Cycasa y Murias, adjudicatarias del primer túnel, así como a Dragados, Iza, Amenabar y Lurgoien, en el caso del segundo.

sí a otra 'pasante' En el Pleno de la Cámara Vasca, la parlamentaria Maribel Vaquero recalcó ayer que su formación "apoya la pasante ferroviaria de Donostia pero no defenderá cualquier proyecto". Asimismo, insistió en que el PNV aboga por "el desdoblamiento del servicio de EuskoTren", pero que no apoya el proyecto defendido por el anterior consejero de Transportes, Iñaki Arriola, y su viceconsejero, Ernesto Gasco, "porque es una chapuza y un despropósito".

Los jeltzales consideran que el proyecto estaba planteado "al servicio de los intereses partidistas y electoralistas del propio presidente del PSE-EE de Gipuzkoa": "Lo hemos comprobado al asumir la responsabilidad del Gobierno Vasco y revisar las maneras en las que se han llevado las adjudicaciones". Para el PNV, el PSE-EE impulsó el proyecto denominado Metro de Donostialdea "sin realizar estudios ni acordar consensos con otras instituciones" y considera que esta actitud supone "una falta de respeto institucional y, consiguientemente, de financiación". Tanto Maribel Vaquero como su compañera de formación María Eugenia Arrizabalaga consideraron que "los compromisos asumidos por el PSE-EE son irrealizables y sería de una gran irresponsabilidad continuar con esta obra".

Durante el debate, la parlamentaria de Bildu Marian Beitialarrangoitia consideró también que el proyecto defendido por los socialistas "no tiene sentido" y lo calificó de "chapuza", además de considerar que no tiene rentabilidad social. También destacó la "enorme afección" que tendrían las obras en la capital guipuzcoana durante su ejecución y recalcó que el anterior Gobierno Vasco no tuvo en cuenta al Consistorio donostiarra para llevar adelante su propuesta y las adjudicaciones efectuadas.

Por su parte, el socialista Iñaki Arriola lamentó la posición del Parlamento Vasco y la consideró un "error histórico". "Es una apuesta por el transporte social", señaló el exconsejero de Transportes, que contó con el apoyo del popular Borja Sémper, que también criticó la paralización de los trabajos. Para el parlamentario del PP, el proyecto del Metro es "útil y justificado".