Donostia. El Ayuntamiento de Donostia anunció que el pasado año consiguió pagar un 3% menos en la factura de luz, a pesar de los incrementos de precios de la energía eléctrica.

En concreto, el Consistorio tuvo que abonar 2,3 millones de euros por la iluminación de las calles y edificios municipales, principalmente. La reducción contrasta con la subida del 12% de la tarifa eléctrica y la del IVA, que pasó del 18 al 21% a partir de septiembre. En el año 2011 el incremento del precio de la electricidad fue del 10%, lo que implicó un aumento en la facturación del 0,7% respecto al año anterior.

La nota remitida por el Ejecutivo local recuerda que el incremento de las tarifas desde 2009 hasta 2012 ha sido del orden del 42% y, en este tiempo, la factura final del alumbrado público ha descendido un 0,55%. Es decir, que si no se hubiese reducido el consumo en la ciudad, los aumentos de tarifas hubieran llevado a que, el pasado año, el Ayuntamiento hubiese tenido que pagar 3,3 millones, en lugar de 2,3, es decir, un millón de euros más.

Para conseguir una reducción en el consumo, el Ayuntamiento lleva años cambiando las lámparas de las farolas y cambiando los equipos de iluminación por otros que son más eficientes, es decir, que con un menor consumo de electricidad alumbran lo mismo.

Además, según explicó ayer el Gobierno local, "ha realizado un seguimiento y asesoramiento constante a promotores públicos o privados en instalaciones futuras a recepcionar por el Ayuntamiento".

La concejala de Infraestructuras y Servicios Municipales, Nora Galparsoro, manifestó que el Ejecutivo del que forma parte tratará de "garantizar una continuidad en el proceso de sustitución y mejora de las instalaciones, ya que el retorno de la inversión está garantizado".

Explicó que el Consistorio está ahorrando energía, "pero no en base a apagar puntos de luz o tramos de calle", sino con la sustitución de equipos, lámparas y luminarias por otras con mayor rendimiento y eficacia, que sin disminuir los niveles de iluminación en las calles.

Las nuevas luces tienen pantallas y, por eso, iluminan solamente aceras y calzadas, sin hacerlo hacia las fachadas, que sí presentan un aspecto más oscuro. En ocasiones, añaden fuentes municipales, "ello lleva a pensar que la iluminación, que no deja de ser algo subjetivo, es peor".

50 modelos de farola Hace cinco años, el Ayuntamiento gastó 1,75 millones de euros en la iluminación de las calles, lo que suponía cerca de 9,5 euros por habitante. Entonces la capital guipuzcoana contabilizaba 26.500 puntos de luz y en ella convivían 50 modelos de farolas, desde las más antiguas, del siglo XIX, a las más modernas, correspondientes a 17 marcas distintas.

El barrio de Riberas de Loiola era, entonces, el que poseía unas farolas más eficientes. Estas se instalaron también recientemente en el Paseo Nuevo.