Donostia. El Ayuntamiento de Donostia ha conseguido vender la parcela destinada a viviendas de precio libre que posee en el barrio de Riberas de Loiola, por lo que ingresará algo más de siete millones de euros que se destinarán a inversiones.

La Junta de Gobierno dio ayer su visto bueno a la venta del terreno -en realidad, el 88% de la participación en él- a la empresa Riberas del Urumea SL, la misma sociedad que levantó la mayor parte de los edificios que conforman el nuevo barrio donostiarra. La parcela se encuentra en la confluencia entre la avenida de Barcelona y la calle Nemesio Etxaniz, cerca de las instalaciones de sófbol, tiene 903 metros cuadrados podrá acoger 45 viviendas.

El concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran, y el delegado de Hacienda, Jabi Vitoria, mostraron su satisfacción por haber conseguido vender esta parcela, ya que reportará dinero a las necesitadas arcas municipales. Se da la circunstancia de que el solar ya intentó ser vendido por la anterior Corporación, con el entonces alcalde Odón Elorza al frente. La parcela fue sacada a la venta por un precio de nueve millones de euros, pero el concurso quedó desierto.

segunda intentona Una vez que Bildu llegó al frente del Consistorio donostiarra, en 2011 intentó hacer lo mismo y rebajó a siete millones de euros el precio de la parcela. Sin embargo, por segunda vez, el concurso volvió a quedar desierto. Ahora, como la ley posibilita vender el terreno al mismo precio que el del concurso cuando éste haya quedado desierto, el Consistorio ha negociado con la mencionada inmobiliaria y se ha deshecho de la parcela a cambio de siete millones de euros. Según explicaron los miembros del Gobierno local, el 50% del pago se realizará de forma inmediata y el resto, en el momento de la escrituración.

El pasado año, el Ejecutivo de Bildu fue duramente criticado por el PNV, que rechazó que el Gobierno local hubiese incluido ingresos por esta parcela en el presupuesto cuando su venta quedó desierta y hubo que rehacer las cuentas con el fin de adecuarlas a la realidad. El delegado de Hacienda admitió entonces que el hecho de que el segundo concurso, con un precio rebajado, hubiese quedado desierto supuso una "sorpresa" para el Gobierno municipal, y anunció que seguiría trabajando con el fin de obtener fondos. Ayer, Vitoria manifestó: "No queremos propaganda ni autobombo, trabajamos con seriedad y discreción y seguimos teniendo todos los frentes abiertos".