LA crisis económica está dando todo tipo de quebraderos de cabeza. En Legazpi incluso puede conseguir que un regalo se convierta en una patata caliente. La casa en la que residía el empresario Patricio Echeverría ha pasado a manos municipales y ahora toca decidir qué hacer con dicho edificio. Se ha puesto en marcha un proceso de participación y se han organizado jornadas de puertas abiertas, pero... ¿habrá dinero para reformar Agirre-Etxeberri y adaptarlo a los usos que se crean idóneos?

Esta casa se encuentra situada en la entrada del municipio. Fue construida hace 88 años y cuenta con un sótano y tres plantas habitables. El edificio tiene unos bonitos jardines tanto en su parte delantera como en la trasera. Como curiosidad, el edificio cuenta con una capilla y una sacristía en su planta baja.

Todo el mundo coincide en que ofrece grandes posibilidades y el Ayuntamiento ha puesto en marcha un proceso de participación para definir qué uso dar tanto a esta casa como a otras instalaciones municipales. En el proceso han tomado parte técnicos y ciudadanos y, con respecto a Agirre-Etxeberri, se han recogido diversas propuestas. Los vecinos consideran que es un lugar privilegiado y que hay que darle vida, organizar actividades que congreguen a mucha gente.

En lo que respecta al interior, se ha hablado de ubicar en él la escuela de música, un centro cultural, la biblioteca y un espacio para bodas civiles. El exterior se considera adecuado para acoger actos culturales y una cafetería. También se ha planteado como lugar de encuentro.

jornadas de puertas abiertas

Gran éxito

En septiembre tuvieron lugar unas jornadas de puertas abiertas. 500 legazpiarras pasaron por la casa y muchos se quedaron sin poder conocer dónde y cómo vivían Patricio y su familia. Ante las numerosas solicitudes, el viernes y ayer se volvieron a abrir las puertas. A la salida, en el gran salón de la planta baja, el Ayuntamiento colocó un libro de visitas: los legazpiarras tuvieron ocasión de dar a conocer qué les había parecido el edificio y para qué les gustaría que se utilizara.

Pero, ¿habrá dinero para ello? La edil del PNV Ane Urkiola se muestra muy crítica con los pasos que se han dado hasta ahora. Considera que la izquierda abertzale dejó pasar el tiempo porque "tenía prejuicios respecto a esa casa" y mientras tanto la situación económica ha empeorado. "El edificio tenía que haber pasado a manos del Ayuntamiento mucho antes e incluso yo misma hice unas gestiones para acelerar los trámites, pero la izquierda abertzale dejó pasar el tiempo".

De todos modos, no cree que todavía sea tarde. "Si se tuvieran las ideas claras y se preparara un buen proyecto, se podría intentar tirar para adelante. En otros sitios ya han conseguido subvenciones, por ejemplo en Zumarraga para el centro de interpretación. Todo no está parado y algunas iniciativas reciben apoyo, pero para eso hay que tener un proyecto e insistir".

Llegados a este punto, comenta que no le gusta cómo se está llevando a cabo el proceso de participación. "No sabemos nada acerca del mismo, pues no nos dejaron tomar parte. Dijeron que las reuniones no estaban abiertas a los políticos, pero en las mismas tomaron parte el alcalde y dos concejales de Bildu. Nuestro compañero Aitor Madina fue en condición de vecino y director de la escuela de música y le recomendaron no tomar parte".

Por lo tanto, están a la espera de los resultados. "Estamos esperando un informe, pero ya en la anterior legislatura se hizo otro. Hacer un segundo estudio sobre las necesidades de las asociaciones locales y las instalaciones nos parece un despilfarro. Ya en la anterior legislatura quedó claro que la clave estaba en la escuela de música, Agirre-Etxeberri y el palacio Bikuña".

Urkiola cree que lo que urge es presentar un proyecto. "Ha pasado tanto tiempo que las circunstancias han cambiado. En su día, en el Ayuntamiento se aprobó una moción a favor de respetar lo que recogía el convenio. Es decir, ubicar en el edificio un museo sobre Patricio y las sedes de Legazpi bai! y Lenbur y utilizarla también para las ceremonias civiles. Legazpi bai! y Lenbur atraviesan la situación que atraviesan, pero está claro que hace falta un lugar para las ceremonias civiles y que hay que dar una solución a la falta de espacio de la escuela de música. Eso pasa por sacar Lenbur del palacio Bikuña".