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Hoteles de postal

laurentino gómez presenta la obra 'turismo y hoteles en la tarjeta postal (1900-1975)' sobre donostia y gipuzkoa

Hoteles de postalRuben Plaza

"es un álbum de buenos recuerdos". De esta manera Laurentino Gómez resume las más de 300 postales sobre Donostia y Gipuzkoa que ha recopilado en su colorido libro Turismo y hoteles en la tarjeta postal (1900-1975). Gómez es un aficionado a coleccionar postales y como ocurre en muchas ocasiones, de la afición surge algo más. Después de ocho años recopilando estas tarjetas se ha atrevido a compartir su afición con el resto de personas a través de esta obra. "Se me ocurrió que todo lo que he aprendido gracias a las postales podía compartirlo", afirma Gómez.

El autor es oriundo de Bilbao, pero en 1985 se trasladó a Donostia, y un año después comenzó a coleccionar las tarjetas. Gracias a estas, reconoce el autor, comenzó a conocer cuestiones sobre Gipuzkoa: "Empezó a interesarme la historia reciente".

La tarjeta postal comenzó a editarse durante la década de 1870 en Francia como medio de comunicación más barato que el correo ordinario. Más tarde, a principios del siglo XX, esa tarjeta comenzó a ilustrarse y servir de soporte publicitario para hospedajes. En este sentido, Gómez indica que la capital guipuzcoana siempre ha sido "muy fotografiada", por lo que cada temporada surgían nuevas postales.

El autor, que trabaja como profesor de la Escuela Superior de Música de Donostia, quiere dejar claro que aunque la capital donostiarra siempre ha sido muy conocida y atrayente, el turismo en Gipuzkoa comenzó en el interior del territorio. Es este el motivo por el cual la mitad de la obra también está dedicada a tarjetas postales de hoteles del territorio.

En este sentido, Gómez expone que los balnearios del interior fueron destino de muchos que buscaban mejorar su salud gracias a las aguas termales. "La gente con dinero iba a los balnearios. Gipuzkoa es un territorio muy montañoso con muchos manantiales, por lo que era el destino ideal", asegura.

Tras los balnearios del interior del territorio, comenzaron a conocerse los municipios costeros de Gipuzkoa, donde se ofrecían "diversiones más variadas de las que ofrecía un balneario".

Los que adquieran la obra, distribuida a un precio de 29,90 euros, podrán disfrutar de una fantástica colección de 370 imágenes, además de medio centenar de etiquetas de hoteles. Por supuesto, cada imagen cuenta con su correspondiente explicación de la época en la que se realizó y sobre el hotel o escena que muestra. "Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero si cuentas con alguna palabra, mejor", sentencia el autor haciendo gala de cierto humor.

Gómez expone que no ha abordado el periodo posterior a 1975, debido a dos motivos. Por un lado, indica que a partir de esa fecha la mayoría de los hoteles dejaron de emitir postales como herramienta publicitaria. Por otro, afirma que desde esa época comenzaron a proliferar las cámaras de fotos domésticas, con lo que cada familia sacaba sus propias fotografías.

turismo en gipuzkoa

Fuente de riqueza

Después de muchos años de recopilar imágenes e información, Gómez concluye que el turismo, tanto en Donostia como en el resto de Gipuzkoa, ha sido sinónimo de "riqueza". En este sentido, indica que el hecho de que la realeza y el resto de la corte y del Gobierno veranease en Donostia permitía que algunos hospedajes, incluso, viviesen únicamente con los beneficios que les reportaba el trabajo de unos pocos meses.

Asimismo, el autor expone que mientras preparaba el libro pensaba en la gran cantidad de personas que han trabajado en hoteles del territorio: "A mucha gente que está jubilada y que ha trabajado en hoteles que ya no existen, quizá les haga ilusión ver las postales". Gómez añade que gracias a que han sido fotografiados para sacarlos en postales se puede conocer y recordar hospedajes que ya han desaparecido. "No hay ningún archivo que disponga de esas fotos, por lo que es una suerte disponer de la tarjeta postal", sentencia.

Entre esos hoteles que han desaparecido algunos como el Biarritz, que se situó en un inicio en el número 8 de la calle Getaria. El Hotel Contiental, que se creó en 1884 y se situó en el número 22 de la calle Zubieta, junto a la Perla del Océano, cerró sus puertas en septiembre de 1972. Estos son dos ejemplos de muchos paradores que fueron desapareciendo con el paso de los años.

ocho años de recopilación

Mercado en Internet

Laurentino Gómez ha llevado a cabo su libro con 370 postales que ha ido recopilando durante ocho largos años -alguna, incluso, se ha quedado fuera-. "Quiero dejar claro que no he hecho el libro con las postales que ya tenía, sino que he ido construyendo la colección en función de mis necesidades para hacer el libro. He necesitado ocho años para decir: ya tengo lo que necesito para hacer el libro", aclara el autor.

En torno al 90% de las tarjetas e imágenes que aparecen en la obra son propiedad de Gómez, y el resto son postales que le han prestado amigos y que ha escaneado.

En cuanto a su propia colección, el autor reconoce que cuando comenzó con la recopilación de imágenes no existían las facilidades que existen ahora gracias a la compra y venta y subastas en Internet. Gómez expone, aun así, que muchas de las postales proceden de lugares tan distantes como Chile, Argentina, Estados Unidos y República Checa, entre otros países. Asimismo, reconoce que muchas de las imágenes las ha conseguido del Estado francés, dado que muchos turistas que visitaron el territorio procedían de allí. "Lo curioso es pensar que muchas de esas fotografías salieron de aquí, viajaron a países lejanos y después de 100 años las he podido volver a traer al lugar de origen", afirma Gómez.

El autor reconoce que gracias a Internet es más fácil conseguir postales deseadas. No obstante, hay veces que para conseguir cierta imagen hay que acudir a subastas tanto en la Red como en casas de subastas, lo que complica su obtención. "A veces los precios suben demasiado", asegura. Gómez confiesa que ha llegado a pagar 70 euros por una postal del Hotel Sucesores de Mendia de Tolosa, que también publica en su obra. "Yo sé de gente que ha pagado 150 o 200 euros por un capricho", asegura.

Laurentino Gómez se tomado mucho tiempo para recopilar una gran cantidad de imágenes. Son estas postales las que hacen recordar el gran peso que, no solo ahora sino también en el pasado, ha tenido el turismo tanto en Donostia como en todo Gipuzkoa.