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"Nuestro trabajo es muy seguro, pero aquí no se puede venir de gaupasa"

Iñigo González, irundarra de 37 años, y Fernando Fernández, beasaindarra de 42, trabajan en la empresa de trabajos verticales Sector Vertical. Raúl Martínez, irunés de 37 años, trabaja en Oreka Prego. Son competencia laboral, pero la faceta deportiva de su trabajo los ha unido

"Nuestro trabajo es muy seguro, pero aquí no se puede venir de gaupasa"

donostia. Aunque ambos son de Irun, Iñigo González y Raúl Fernández solo se conocían "prácticamente de vista", pero hace algunas semanas, en un campeonato de escalada y técnicas de trabajo vertical, organizado en Madrid por la marca de material Petzl, formaron equipo y quedaron segundos. De ahí, surge la decisión de ir este fin de semana al campeonato internacional, que se disputa en Grenoble (Francia). A los dos irundarras se les ha sumado, para completar el equipo, Fernando Fernández, que apenas lleva un mes en este trabajo, pero "es una máquina", como dicen sus dos compañeros.

¿Cómo se les ocurrió participar en estos campeonatos?

Iñigo González (I.G.): Nuestras empresas son socias de Anedva, la asociación estatal de empresas de trabajo vertical, que ha puesto mucho empeño en crear un manual de técnicas, maniobras y pautas de trabajo y seguridad para los trabajos verticales, además de dar cursos de formación y titulación para este sector, que era algo muy necesario. En mayo pasado, estuvimos en Madrid, en la feria de seguridad Sicur y allí se hizo un campeonato de técnicas de trabajo vertical, en el que participamos los dos.

Raúl Martínez (R.M.): ¡Lo que no dice Iñigo es que además ganó él! El caso es que en septiembre, la marca Petzl organizó unas jornadas en Madrid, con un primer campeonato estatal. Había que competir por equipos y junto a un compañero de La Rioja, hicimos el equipo de la Zona Norte, quedando segundos. El primero se ganaba el viaje y gastos pagados para la fase internacional. Nosotros, hemos decidido ir y participar por nuestra cuenta.

¿Qué tipo de pruebas o destrezas se miden en estos campeonatos?

R.M.: No se trata de escalar, sino que las técnicas de trabajos verticales tienen mucha base en la espeleología, por ejemplo. Además, en este caso, lo que se hace es simular situaciones que se dan en el día a día de la profesión: subir, bajar, cambiar de cuerdas, hacer el relevo del puesto con el compañero, superar obstáculos en altura (como si hubiera bordillos, balcones o algo así) y una maniobra de rescate del compañero, algo que todos debemos saber en todo momento. Una lipotimia estando colgado a 20 metros de altura puede ser fatal, si tu compañero no actúa inmediatamente. Todo esto, con las mismas medidas de seguridad que usamos en el trabajo, como la doble cuerda (una es con la que interactuamos y la otra es de seguridad) o los mecanismos que nos frenan en caso de ir demasiado rápido. En la competición se mide el tiempo, aunque ir demasiado deprisa, por ejemplo, si se llega a accionar el mecanismo de seguridad, te supone una penalización.

Y es en este momento cuando Fernando Fernández se les suma al equipo. Llevando sólo un mes trabajando en este sector, ¿cómo es eso posible?

Fernando Martínez (F.M.): He trabajado toda la vida en la construcción pero tenía el barranquismo como afición. Conocía a Iñigo, un día me habló de la posibilidad de trabajar en su empresa y no me lo pensé dos veces. Fui a Madrid a hacer el curso de Anedva, a aprender todos los protocolos y pautas de trabajo y seguridad, y aquí estoy. Estamos entrenando por las tardes, al salir de trabajar, y nuestros compañeros nos dicen que estamos un poco locos por seguir colgados otras dos o tres horas más cada día.

-¿Qué papel esperan hacer este fin de semana en Grenoble? ¿Podrán traerse algún premio a casa?

I.M.: En Grenoble, donde está la sede de Petzl, habrá competidores de muchísimo nivel. En Francia ya llevan algunos años organizando su campeonato y habrá rivales venidos de países como Rusia, Japón o Colombia. Aquí hemos competido con las reglas que marca el manual de Anedva, pero allí las técnicas serán más libres y las maniobras, más complicadas y prácticas: hacer una instalación eléctrica, bajar y que se encienda la bombilla; limpiar cristales sin derramar el agua y cosas así. Vamos con ilusión, con ganas de pasarlo bien y, sobre todo, con muchas ganas de aprender e intercambiar experiencias con compañeros de todo el mundo.

¿Consideran peligroso su trabajo? ¿Qué les dicen sus familias?

R.M.: Dentro de la construcción, somos el ámbito que tiene menor siniestralidad laboral. No basta con saberse las técnicas de escalada o barranquismo, pero la base está ahí y la verdad es que esto es mucho más seguro aún, porque siempre vamos con dos cuerdas. Si una falla, está la otra, la de seguridad. Lo que sí da cierto respeto es colgarte en algunos sitios, como torres de comunicaciones, que se mueven con el viento, o edificios muy altos.

I.G.: En los trabajos verticales, la seguridad depende de uno. Tú eres el que debe controlar cada paso, cada protocolo y cada medida antes de salir al vacío. Dependes de ti mismo. Evidentemente, hay que formarse y aprender constantemente, estar muy atento siempre a todo lo que pasa. No es un trabajo para venir de gaupasa. Como solemos decir nosotros, en esto no hay sustos. El día que tengamos un susto, casi seguro que no lo contaremos después. En 20 años solo ha habido cinco muertes en el trabajo, en este sector.

F.M.: Cuando le hablé de la posibilidad de cambiarme a este trabajo, mi propia mujer me animó a ello, diciéndome que era más seguro que cualquier otra actividad de la construcción. Y es verdad. Desde fuera puede infundir bastante respeto, pero los sistemas de sujeción y seguridad son muy buenos. Lo que hay que hacer es formarse muy bien. Hay gente que se mete a hacer cosas pensando que con tener experiencia de escalada o barranquismo les vale, y no es así.

-¿Es más fácil pasar de la escalada como afición a realizar trabajos verticales, o viniendo de un oficio de la construcción, aprender a colgarse, subir, bajar y demás?

I.M.: Escalar o hacer espeleología es una cosa, pero utilizar técnicas de estos deportes para pintar, para encofrar, en el montaje del escenario de un gran espectáculo o para instalar un sistema eléctrico es algo muy distinto, porque te mueves y tienes que quedarte suspendido en el aire... Puede ser más complicado que un escalador de toda la vida deje los vicios propios y se acostumbre a realizar ciertas tareas estando en el aire (además de aprender lo que son estas tareas propiamente dichas), que el hecho de que un buen pintor o un buen encofrador adquieran las técnicas y conocimientos para el uso de las cuerdas y los sistemas de sujeción y seguridad. Para eso están los cursos de formación y la titulación homologada. ¡Eso sí, el que tenga vértigo debería probar otra cosa!