amenudo se suele recurrir a esa frase que dice que En esta vida, todo llega, tarde o temprano. Y más, si en ello se ponen el empeño y la constancia. En Hondarribia, quienes estudian y hacen música han visto cumplido este dicho, con la apertura de las puertas, ayer mismo de la nueva Kultur Etxea de Denda Kalea, en el corazón del Casco Histórico de la ciudad.

El nuevo equipamiento llega tras algo más de dos años de iniciarse la obra. Una obra y un diseño del edificio que tuvo la oposición de parte de los vecinos del entorno, debido a lo que consideraban una estética dudosa (aunque los gustos son siempre variados y de cada uno) y una altura excesiva (aspecto que el Ayuntamiento, promotor del edificio, negó, aunque sí hizo alguna pequeña modificación).

A todo esto se sumaron los problemas que tuvieron algunas viviendas en la primera fase de la obra, al ejecutarse la cimentación. El Consistorio realojó a varias familias ante la alarma surgida, si bien los técnicos y arquitectos afirmaron en su día que no había "un peligro de incidentes que no fueran más allá de las vibraciones o la aparición de pequeños daños, subsanables al final de la obra, como se hace en estos casos".

Pasado todo aquello, la nueva Kultur Etxea es ya una realidad. Ayer mismo, los más de 400 alumnos de Hondarribiko Musika Eskola empezaron a utilizar la nueva instalación, que acoge también a Hondarribiko musika banda y Hondarribiko txistulari banda. El sábado, usuarios y ciudadanos en general pudieron conocer el edificio, en una jornada de puertas abiertas a la que acudieron decenas de personas.

ya era hora

Una instalación adecuada

Entre los visitantes, la frase era una. "Ya era hora de que quienes hacen música en Hondarribia, en especial los niños y jóvenes que están aprendiendo, tuvieran una instalación adecuada", dijo, por ejemplo, Pilar Bello, una vecina de la cercana calle de San Nikolas.

"Mi padre fue músico de la banda y en la familia tenemos tradición musical. Tengo tres nietos que vendrán aquí a tocar la trompeta, la flauta y el clarinete. La Musika Eskola y la banda llevaban muchos años en sedes que no eran las más adecuadas y me alegra mucho que vayan a tener estas instalaciones, modernas, amplias", añadió la mujer.

La gerente de Hondarribiko Musika Eskola, Arantxa Arzak, explicó a este periódico que "este nuevo edificio va a marcar un antes y después, para el profesorado, los alumnos y sus familias".

Además, Arzak se mostró especialmente ilusionada "con poder contar con las aulas de danza". "Nos va a permitir, a partir de noviembre y por primera vez, ofrecer la enseñanza de esta disciplina artística", indicó.

Arantza Rojo, de 41 años de edad, visitó Kultur Etxea con su hija Ainhitze, de siete años, que este año empezará a tocar la flauta como alumna de Hondarribiko Musika Eskola. "Me gusta el edificio, aunque no sé si estéticamente rompe un poco el entorno, al menos para mi gusto. Pero creo que es bueno que esté aquí, porque le va a dar mucha vida al Casco Histórico", afirmó Rojo.

próximos pasos

Equipamiento y convenios

Kultur Etxea ha echado a andar, pero no con el nuevo mobiliario y elementos interiores como las butacas del salón de actos. "Se resolvió el concurso el día 29 de junio y el 1 de agosto la empresa que quedó en segundo lugar puso un recurso, que ahora está pendiente de resolución por parte del Gobierno Vasco", explicó ayer a este periódico el edil de Cultura, Txomin Sagarzazu.

Además, el Consistorio, que quiere marcarse "un periodo de rodaje", prepara "los convenios para la cesión de uso a Musika Eskola, banda y txistularis, y las normas de uso y cesión del salón de actos", señaló el edil.