LOS tres centros escolares ubicados en la cuesta de Aldapeta dejarán de ser tres para convertirse en uno, una trinidad educativa que ilusiona a sus protagonistas. El centro Summa Aldapeta abrirá con su nuevo nombre el 1 septiembre y también con un nuevo edificio, que sustituirá al viejo colegio de San Bartolomé. Así, desde septiembre, los casi 2.000 alumnos del nuevo centro escolar de carácter católico, estrenarán denominación y se olvidarán de los clásicos nombres de San Bartolomé, Marianistas y Villa Belén, todos ellos muy arraigados en Donostia ya que por sus aulas han pasado miles y miles de donostiarras y guipuzcoanos en su siglo y medio de vida. La unificación de los colegios convertirá a Summa Aldapeta en uno de los centros con más alumnos de la capital guipuzcoana.

Las monjas del convento de San Bartolomé fueron las primeras en impartir sus enseñanzas religiosas y culturales a las niñas en Aldapeta, hace cerca de 144 años. Un par de décadas después se implantaron los marianistas, que se dedicaron a la enseñanza de los chicos. En 1922, llegaron las monjas de Villa Belén, aunque hasta 1930 no se instalaron en el colegio actual.

Desde el 1 de septiembre, este edificio se denominará, como ya se le conoce, como Belén, mientras que el conocido como Marianistas - que desde hace siete años acoge el Bachillerato compartido con la Compañía de María- se conocerá como edificio Chaminade. Finalmente, el inmueble que se ultima en estos momentos junto a la nueva urbanización de Amara Zaharra -con entrada por el barrio así como por la zona de Aldapeta- se llamará Lestonnac y acogerá al alumnado más joven de entre uno y cinco años. De primero a cuarto de Primaria, así como la ESO y el Bachiller, se impartirán en Chaminade mientras que en el edificio Belén estudiará el alumnado de quinto y sexto de Primaria.

Summa

Unión y religiosidad

El director del futuro centro escolar, Miguel Ángel Dieste, explica que el nombre elegido para el proyecto pretende resumir el sentir del colegio. La palabra Summa alude al hecho de sumar y también al summun, es decir, la excelencia. La doble eme también tiene otras interpretaciones, como "la referencia a más y mejor y el referente común, la virgen María", porque, según destaca Dieste, "somos educadores en la fe y María está en el centro de nuestro nombre: Summa".

Dieste detalla los motivos que guiaron a los responsables de los tres centros a iniciar una etapa en común. "El motivo fundamental por el cual emprendimos esta aventura, que empezó a plantearse en abril de 2005, fue el de crear un futuro mejor y más esperanzado, uniendo fuerzas y carisma, poniéndonos al servicio de la educación donostiarra desde una perspectiva basada en la renovación y adaptada a los signos de los tiempos".

El proyecto educativo ha coincidido en el tiempo con la renovación urbanística de Amara Zaharra y parte del cerro de San Bartolomé, que ha favorecido la transformación del actual colegio de Compañía de María -que se convertirá en apartamentos- así como la construcción del nuevo edificio para los alumnos más pequeños, diseñado por la arquitecta Izaskun Larzabal.

El pasado mes de marzo, la diseñadora del nuevo inmueble explicó in situ a los responsables de Summa Aldapeta los detalles de la edificación, que dedicará una planta a cada nivel de Educación Infantil. Además aulas, la nueva construcción cuenta con sala de reuniones, capilla, espacios polivalentes, salas de plástica y de música, un patio parcialmente cubierto e, incluso, tendrá un pequeño huerto. Los suelos del edificio cambian su color según sea su destino y se colocará un material antideslizante, para evitar resbalones. El edificio también contará con una vidriera, que tomará la luz de la futura prolongación de la calle Larramendi.

proceso

Tres años de trabajo

El proceso que concluirá con el inicio del próximo curso no está siendo sencillo, según reconoce Dieste. "Todo cambio lleva consigo un gran esfuerzo y mucho trabajo y, como todos sabemos, hay una resistencia natural al cambio", explica el director. Hace tres años comenzaron a funcionar equipos de trabajo de los tres colegios para ir preparando el terreno y analizar aspectos como la puesta en común de las programaciones y la búsqueda de nuevas metodologías. "Se ha trabajado mucho y muy bien. Hemos sido capaces de entendernos y de aprender unos de otros", recalca Dieste.

Entre los objetivos que busca el nuevo centro escolar se encuentra el de ser un "referente académico en Donostia, por la buena formación del profesorado y el alumnado. También pretenden "formar en la fe, evangelizar y promover el diálogo fe-cultura a través de una acción pastoral que posibilite la adhesión libre y explícita a la fe cristiana", explica el director.