DONOSTIA. En un comunicado, la dermatóloga de la Clínica de la Asunción de Tolosa, Carmen Uria, ha explicado que "cada persona posee un capital solar al nacer que tiene la capacidad de reparar el daño que el sol produce en nuestras células, pero ésta es limitada".

Por ello ha advertido de que el haber sufrido quemaduras solares durante la infancia es un factor de riesgo de padecer un melanoma en la edad adulta. La experta ha aconsejado proteger especialmente a niños y adolescentes y evitar exponer a los menores de tres años al sol.

Además, ha destacado los "riesgos" de las cabinas de bronceado y ha asegurado que "hay que tener mucho cuidado con ellas ya que también aumentan la posibilidad de padecer un cáncer de piel".

Asimismo, ha explicado que para prevenir el melanoma, enfermedad que afecta a un 7 y un 8 por ciento por 100.000 habitantes en España y cuya incidencia aumenta un 10 por ciento cada año, es necesario evitar la exposición solar entre las once de la mañana y las cinco de la tarde, utilizar una protección solar no inferior a 30 y evitar exponer al sol a los menores de 3 años.

Uria ha señalado que "si bien un pequeño porcentaje tiene origen genético, tomar el sol de forma inadecuada es el causante directo de la mayor parte de los cánceres diagnosticados".

De hecho, la incidencia de esta enfermedad crece una media de un 10 por ciento anual pese a las campañas de información y del incremento de las ventas de cremas fotoprotectoras.