Donostia moverá 35.000 toneladas de arena para devolver su "perfil natural" a Ondarreta en corto
EL gobierno de bildu asegura que esta decisión no es ningún "parche"Los trabajos, que comenzarán el lunes, durarán una semana, durante la cual Ondarreta seguirá abierta
Donostia. El Ayuntamiento de Donostia moverá a partir del lunes 18.000 metros cúbicos arena, unas 35.000 toneladas, para reperfilar la playa de Ondarreta y mitigar así, durante la época estival, el problema de las piedras que aparecen periódicamente en el arenal. La arena se moverá de la parte alta a la parte baja, respetando los movimientos naturales que se dan en la playa.
La concejal de Infraestructuras Urbanas y Servicios, Nora Galparso, el director de Obras y Proyectos, Alfonso Vázquez, y el director de la Unidad Marina de Azti-Tecnalia, Adolfo Uriarte, se presentaron ayer ante la prensa para dar cuenta de estas actuaciones previstas en el arenal. El Ayuntamiento y Azti se reunieron el jueves con el Servicio de Costas para pedirle permiso para efectuar este desplazamiento de material de la playa. Este, tal y como adelantó este medio, comenzará el próximo lunes y tendrá una duración de una semana.
Un informe, redactado por Azti-Tecnalia en julio del año pasado, indicaba que tras la retirada del bar-cafetería, tal y como exigía Costas por el cese de su concesión, y el desmontaje de los juegos infantiles -estas infraestructuras "secuestraban" la arena impidiendo que bajase hasta la orilla-, había que dejar que los temporales de invierno "reconfigurasen" la playa.
No obstante, según reconoció la concejal, el invierno ha sido "energéticamente bajo", por lo que han tomado la opción de llevar a cabo este movimiento de arena.
Pese a todo, Galparsoro indicó que esta iniciativa no representa una "garantía" para que las piedras no vuelvan a aparecer. Las catas que han realizado en Ondarreta revelan que hay "una capa de arena de 20 centímetros" sobre las piedras y que cualquier pequeño temporal puede modificar esa profundidad. "Creemos que esta actuación va a ser una ayuda para que la playa recupere su perfil de forma natural", afirmó Galparsoro.
Aunque no suponga una "garantía", los comparecientes quisieron aclarar que la actuación no supone un "parche". "No es un parche, es una medida para que la playa recupere su perfil natural", insistió Galparsoro. En este punto Uriarte añadió que si bien el movimiento de 35.000 toneladas de arena es una acción "todavía insuficiente", está encaminado hacia lo que desean: "conseguir una playa, con los límites de urbanidad que tiene, lo más natural posible".
"perfil anormal" Uriarte, además, añadió que Azti-Tecnalia lleva desde el año 2003 haciendo un seguimiento del estado de Ondarreta, al tiempo que ha consultado los datos que ha ido recogiendo el Servicio Provincial de Costas desde el año 1988. "El año pasado llegamos al convencimiento de que la playa tenía un perfil anormal. Es decir, un perfil que no se corresponde con lo que tiene que tener esa playa", expuso el director de la Unidad Marina.
Uriarte apuntó que de haber tenido un invierno "energéticamente alto", con tormentas y oleaje de gran altura, "lo lógico hubiese sido que se hubiera redistribuido la arena de una forma natural", impidiendo la aparición de las piedras. Pero no ha sido así. Durante este invierno, según el experto, solo ha habido un temporal que no ha coincidido con la época de las mareas vivas.
Aún y todo, Azti-Tecnalia ya había previsto que el pasado invierno no fuese suficientemente energético y en el citado documento, titulado Informe de actuaciones en la playa de Ondarreta desde 2004 hasta la fecha, ya se recogía la posibilidad de "realizar un movimiento de arena durante la próxima primavera, en armonía con lo que son los movimientos naturales de la playa".
"Vamos a intentar hacer algo lo más natural posible -continuó Uriarte-, que es restituir un perfil que conocemos que esta playa tuvo en su momento. Sabemos de un perfil natural que tuvo en su día, en el que no teníamos problemas de piedras". Por ello, van a mover la arena y distribuirla en la playa, simulando que hubiese habido un invierno con temporales fuertes. "Vamos a ponerlo donde la naturaleza la hubiese puesto", sentenció el responsable de Azti-Tecnalia.
Asimismo, deseó que no haya ningún tormenta inmediatamente después de llevar a cabo esta actuación, dado que la arena no estará lo "suficientemente compactada" y podría generar "una merma" en el material, "un cambio de pendiente en la playa" y que, como consecuencia, aflore de nuevo "el problema de las piedras".
El desplazamiento de material será distinto a otros que suelen llevarse a cabo año tras año en los arenales donostiarras, que tienen como objetivo "explanar" la parte alta de la playa para la colocación de los servicios de la temporada estival, incluidos los toldos.
l Cantidad. Se van a desplazar 18.000 m3 de arena, que se repartirán por la playa simulando el estado que tendría si se hubiera registrado un invierno de temporales fuertes.
l Obras. Los trabajos durarán una semana, en la que la playa no cerrará. Las zonas afectadas estarán valladas. Dos vigilantes supervisarán las obras para garantizar la seguridad.
l Maquinaria. Se usarán máquinas habituales para el movimiento de tierras. Se utilizará una retroexcavadora y un pequeño buldozer.
l Temporada de playas. La temporada comenzará el 1 de junio.