Huracán de emociones
Melchor, Gaspar y Baltasar Llegan a Donostia para hacer realidad los sueños de miles de donostiarras
Donostia. A pesar de todo. A pesar de la lluvia y el viento, que puntuales comenzaron a mojar y a soplar a las 18.00 horas -momento en el que debía salir la Cabalgata-, Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente fueron recibidos ayer en Donostia como si de estrellas de rock se tratase.
Miles de niños se acercaron al centro de la ciudad para saludar a Melchor, Gaspar y Baltasar que llegaron por mar en torno a las tres de la tarde, si bien por la mañana dedicaron un rato a entregar algunos regalos a los niños que están ingresado en el Hospital Donostia.
El día más especial del año comenzó pronto para muchos padres que se pusieron a hacer cola para poder entregar la carta a los Reyes en el ayuntamiento. Algunos ya estaban en los jardines de Alderdi Eder a las 12.30 horas. Sin embargo, muchos niños y niñas no pudieron transmitir sus deseos ya que la cola, a las cuatro de la tarde, llegaba hasta la calle Andía y las puertas del Consistorio se cerraron pasadas las cinco. "Aquí se nos va a hacer de noche, ya veréis", decía un niño.
Los que sí consiguieron entregar en mano la misiva lo hicieron después de esperar mucho tiempo y habiendo decidido de antemano a qué Mago querían expresarle sus deseos. Mediante una cartulina que se entregaba a la entrada del ayuntamiento los pequeños pudieron elegir a su Mago. Uno de los ayudantes de Sus Majestades explicó a este periódico que los tres estaban siendo igual de solicitados, si bien tal vez la cola para Gaspar fuera un poco más larga.
desde el mediodía
Cartas en el Ayuntamiento
Precisamente a este rey es a quien entregaron Asier y Lander sus cartas. El primero le había pedido el libro de los Récord Guiness, otro libro de Nur, varias camisetas y zapatillas de casa. Por su parte, Lander espera que le caigan un juego para hacer pulseras, la calavera de Hot Wheels, un peluche y un ordenador portátil. "Gaspar no ha dicho nada de que tenemos que ir antes a la cama", afirmaba Lander, que aseguró no estar en absoluto nervioso.
Desde las 13.30 horas familiares de Daniela, Sara y Gabriela se afanaron por guardar un hueco para que las niñas pudieran llegar a tiempo a saludar y sacarse alguna que otra foto con los Reyes Magos. Pasadas las cuatro y una vez logrado el objetivo, enumeraban felices algunos de los regalos que esperan poder encontrarse esta mañana. Daniela pidió la Wii Dance, un bolígrafo de Monster High y un disfraz de Drácula. Además, Sara espera que Sus Majestades se acuerden de traerle desde Oriente el perro Woofy, mientras que Gabriela cuenta para este 2012 con la tienda de Nenuco.
A partir de las cinco padres e hijos se apresuraron a coger los mejores sitios para disfrutar de un desfile que contó con txarangas, trikitixas, burros, ocas y bueyes y en el que participaron medio millar de personas, entre ayudantes, antorcheros y pajes.
La Cabalgata estaba compuesta por cuatro carrozas de la casa Majestik. La primera la ocupaban San José, la Virgen María y el Niño Jesús; las tres siguientes, los tres Reyes Magos. Decoradas con leones, elefantes y efigies egipcias, las carrozas estaban repletas de regalos y de caramelos que pasadas las 18.00 horas los pajes y los propios Reyes lanzaron a los más pequeños. Fue minutos antes de que comenzara el desfile cuando comenzó a llover y cuando empezaron a soplar fuertes rachas de viento. Muchos desistieron. Mari Carmen Soto, por ejemplo, se llevó a su hija a casa, donde verían la Cabalgata "por la tele, que se ve mejor". Otros, como Antonio Gomistegi resistían: "Yo no tengo nietos y vengo a ver los Reyes siempre. Me hace mucha ilusión".
Pasadas las seis, Melchor, Gaspar y Baltasar comenzaron a pasear por Donostia ante la atenta mirada de los más pequeños, que gritaban y pedían caramelos con un entusiasmo desbocado. Los bomberos, que cerraban la comitiva repartiendo también dulces, fueron, por momentos, los más aclamados de la tarde.
Balcones y calles llenas acompañaron a los Reyes por su recorrido, que tras pasar por las calles Hernani, Urbieta y Prim, finalizó en el Boulevard. Después de una noche de mucho trabajo, ahora solo queda ver si los deseos se han cumplido.
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