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"Siempre me he sentido representante de mi cultura en Tolosa y la asociación Litaarafu también lo es"

El palestino Tamer Birawi lleva en Tolosa 16 años y se dedica a enseñar el idioma árabe. Junto a varios compañeros ha abierto la asociación Litaarafu-Ezagutzen en San Francisco, con el objeto de ser un punto de encuentro de la cultura musulmana y darla a conocer en Tolosa

"Siempre me he sentido representante de mi cultura en Tolosa y la asociación Litaarafu también lo es"Foto: M.s.s.

Tolosa. ¿Cuánto han cambiado las cosas desde que llegó a Tolosa hace 16 años?

Entonces no había mucho extranjero en Tolosa y sentía que algo tenía que aportar a la sociedad donde vivía. Y pensé que lo que podía hacer es ofrecer mi cultura. Entonces empecé con un taller de cultura árabe en la casa de cultura, donde se unían lengua, cultura, historia... Me quedé sorprendido de toda la gente que se interesó.

¿Sigue habiendo hoy en día desconocimiento hacia la cultura musulmana?

Es sorprendente que Oriente y Occidente sean tan cercanos geográficamente y haya tanto desconocimiento. Hay poca información y mucha información poco correcta. Y todo es en clave negativa. Alguien que no tiene base, no puede alimentarse de los medios de comunicación para entender el mundo musulmán, porque tendrá una información distorsionada.

¿Con qué objetivos han puesto en marcha la asociación?

Queremos entablar un diálogo, abrir ventanas de comunicación y dar señales de apertura. Hablando y conociéndonos el uno al otro, podemos empezar a conocernos. Litaarafu es una parte de un verso del Corán, y significa "conociendo". Con este espíritu se fundó la asociación y también para responder a la necesidad de la comunidad árabe-musulmana de tener un lugar social.

¿Cuántas personas conforman en Tolosaldea dicha comunidad?

La comunidad la forman varios centenares de inmigrantes. Los usuarios de la asociación son entre 100 y 150. Hay norteafricanos, mayormente marroquíes y argelinos, musulmanes del África negra, paquistaníes... Todos tenemos en común la cultura islámica. Al estar en el extranjero siempre surge la necesidad de tener un lugar de encuentro. Pero no queremos hacer de la asociación un gueto, sino un lugar para conservar lo nuestro y abrirnos a los demás.

¿Han tenido problemas para encontrar el local?

Empezamos a movernos hace tres años, a hacer el papeleo, encontrar el local... Antes de estar en el espacio de San Francisco hemos estado en otros dos locales. Las personas que más tiempo llevamos aquí hemos aprovechado nuestras relaciones y hemos sacado adelante el proyecto. Tuvimos que encontrar un local insonorizado, aunque no hacemos ruido, ni utilizamos música ni amplificadores. Nuestra intención es no dar problemas. Hay una ley comunal que cumplimos, pero nos gustaría que se aplicaran las leyes a todos por igual. No pedimos un trato de favor, pero tampoco que sean más rigurosos con nosotros. Aun así nunca hemos tenido problemas con las autoridades municipales; yo he conocido a cuatro alcaldes de Tolosa y con todos he tenido una relación amistosa.

¿Qué actividad realizan en el centro?

Damos clases de árabe a los niños que han nacido aquí para que no pierdan sus raíces. Hay una biblioteca y también damos clases de euskera y castellano. El viernes se lleva a cabo la oración principal de la semana y la asociación suele estar abarrotada. Cuando alguien celebra algo, se ha casado o ha tenido un hijo, por ejemplo, se hacen cenas y viene muchísima gente. Mi sueño personal es poder organizar conferencias para todo tipo de gente; sobre temas de actualidad o estructurales, sobre el rol de la mujer en el Islam... Llevo 16 años enseñando árabe en Tolosa y veo que hay mucho interés, la gente tiene muchísima curiosidad y para mí eso es muy importante.

¿Por qué es tan importante la religión para un musulmán?

Por la concepción básica, porque entendemos la religión como un sistema de vida. No conocemos otro sistema, no tenemos Iglesia y por tanto no hay una separación entre Estado e Iglesia. El objetivo de la religión, según el Islam, es dar la felicidad y un sistema de vida al ser humano.

¿Y sigue habiendo prejuicios?

La asociación, en este sentido, quiere ser una fuente de información válida. Yo siempre me he sentido aquí, en Tolosa, como un representante de mi cultura.Quiero que la gente nos conozca para que la distancia que nos separa y la desconfianza desaparezcan. La asociación Litaarafu también lo pretende.

¿La crisis ha afectado más al colectivo inmigrante?

Sí, a los grupos débiles les afecta mucho más, aunque el colectivo inmigrante siempre se ha caracterizado por su capacidad de resistencia, porque son capaces de sobrevivir con lo indispensable. Pero hasta un punto. Muchos tenían trabajo y lo han perdido, muchos han tenido que volver a sus países y otros están decidiéndolo.