Irun. Aunque puede parecer hasta paradójico, Txomin Balerdi, que se dedica a enseñar a conducir vehículos a motor, es "un firme defensor de la bicicleta y de sus bondades para moverse por una ciudad". El lunes arranca la Semana de la Movilidad, marcada en Irun por la implantación de las zonas 30, que ha generado todo tipo de opiniones tanto entre los conductores, como entre los ciclistas.

Las zonas 30 ya están en marcha en Irun, desde hace pocas semanas. ¿Qué les parecen a ustedes?

En nuestra opinión, reducir la velocidad del vehículo a motor en la ciudad supone pacificar el tráfico, y con ello, facilitar también que las bicicletas puedan circular por la calzada. Es un modelo que funciona en muchas ciudades europeas y que, como todo, se puede mejorar y perfeccionar. Pero el paso que ha dado el Ayuntamiento de Irun con esta primera medida del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) nos parece muy positivo.

¿Qué opinan ustedes de la alternativa de los carriles bici o bidegorris? ¿No resultan más seguros para el ciclista que ir por la calzada junto a coches y camiones?

Decía que el modelo de las zonas 30 se puede mejorar, y se puede hacer, limitando incluso más la velocidad en algunas calles o zonas especialmente estrechas. Por ejemplo, en Irun, no parece lógico que en el paseo Colón se circule a 30 por hora y en Luis Mariano, una calle peatonalizada, el límite sea el mismo. Ahí se debería ir más despacio aún. ¿Si es peligrosa la calzada? Hay bicis en el Arco del Triunfo de París. ¿Es aquello más seguro para un ciclista que el paseo Colón de Irun, por ejemplo? En cuanto a los bidegorris, son lentos, peligrosos por su estrechez y por todos los cruces que han de salvarse. Además de una alternativa demasiado cara, y más en tiempos de crisis y de apreturas presupuestarias para las instituciones. Limitar la velocidad en las calles de Irun tiene un coste cero y es de eficacia inmediata. Por último, en Irun, la red de bidegorris existente, además de inconexa entre tramos, es más un itinerario para andar en bici que para desplazarse y moverse por la ciudad en bici. Hay gente que el domingo hace 100 kilómetros con su bici y el lunes coge el coche para ir a 500 metros a por el pan.

¿Cree que son los ciclistas los que ganan con las zonas 30, además del peatón, que ahora circula más tranquilo sin bicis por las aceras?

No es verdad que el ciclista sea el gran ganador de todo esto, porque reducir la velocidad beneficia a todo Irun, a cualquier ciudadano, se desplace como se desplace por la ciudad. Tendremos menos ruidos, menos contaminación, mayor seguridad para todos y menos accidentes.

¿Qué les parece el PMUS en su conjunto? ¿Cómo valoran el camino de debate que ha llevado a su elaboración?

Hemos visto un cambio de rumbo en la sensibilidad del gobierno de Irun respecto a este tema en los últimos años. Parece que por fin empiezan a tomarse en serio la idea de que en la ciudad el peatón debe ser el rey y la bici el príncipe, con un buen transporte público y con medidas para disuadir del uso del vehículo privado, aunque a veces es necesario. El Plan de Movilidad contiene cosas muy positivas y que esperamos ver hechas realidad en un tiempo razonable. Aunque debo reconocer que en cuanto al uso de la bici, el punto de partida no nos gustó nada, porque en el diagnóstico en el que se ha basado el trabajo no se aportaron datos reales sobre el uso de la bici en Irun. Necesitamos un punto de partida para saber dónde estamos y a dónde nos gustaría llegar. A pesar de eso, que es un fallo grave, el plan y sus medidas pueden ser muy positivos.

Hablemos ahora de Hondarribia. ¿Qué necesidades ven ustedes en esta ciudad?

Hay una petición fundamental que hemos hecho al Ayuntamiento, que es la de limitar la velocidad a 30 por hora en Mendelu para que los ciclistas circulen por la calzada con mucha más seguridad. No nos han hecho caso, pero volveremos pronto a la carga. De hecho, para las bicis está prohibido circular por las aceras, aunque las instituciones lo toleran. Hay que bajar las bicis a la calzada, también en Mendelu y en Hondarribia, como se ha hecho en Irun. Mucha gente y muchos jóvenes se desplazan entre Irun y Hondarribia en bicicleta, sobre todo en verano para ir a la playa.